Un año más, en torno al 15 de agosto, los 28 mártires de La Garrofa, caídos por Dios y por España en esta cala almeriense, víctimas inocentes de la barbarie roja, han vuelto a ser recordados por un grupo de patriotas convocados por el Movimiento Católico Español y la Falange almeriense.
Las 5 rosas simbólicas fueron colocadas en los restos que quedan del monumento, al compás del "Yo tenía un camarada".
La corneta dio comienzo al acto. Algunos de los asistentes lo hicieron desde la explanada superior, por la dificultad del acceso al promontorio.José Luis Corral, Jefe Nacional del Movimiento Católico Español y de Acción Juvenil Española, además de dirigir un responso por los Caídos, pronunció un discurso donde recordó la orgía de sangre que se vivió en Almería durante la guerra y bajo el dominio masónico marxista. Los Obispos de Almería y Guadix, junto a otros religiosos, fueron asesinados en Vícar. Los pozos de Tabernas se llenaron de cadáveres, los barcos prisión fueron lugar de presidio, tortura y muerte. La cuesta de la muerte, en Turón, se llenó de cientos de muertos, presos almerienses llevados a trabajar en condiciones inhumanas y ejecutados sin compasión por cualquier motivo. Muchos han sido ya beatificados por la Iglesia.
Por cierto, que en esta ocasión cupo añadir la anécdota del padre del suegro de quien compuso el ramo de rosas, que contó que aquel hombre tenía un camión y los rojos le cargaron en él a varios presos para que los llevara cierto lugar de la provincia para ser fusilados. A medio camino paró el camión, les hizo bajar y se fugó con ellos, escondiéndose por la sierra y salvando todos la vida.
No podemos olvidar aquellos hechos dramáticos y menos cuando aquellos sicarios y sectarios del Frente Popular vuelven a gobernar, dejando otra vez su sello de mentira, corrupción, crimen y genocidio, incluidos el aborto y la eutanasia. Sí, otra vez los rojoseparatistas tienen en sus manos los destinos de España y se afanan por culminar la obra que dejaron interrumpida en 1939, derribando cruces, desenterrando muertos, profanando tumbas, persiguiendo y proscribiendo a quienes defienden la legitimidad del Alzamiento Nacional y la bondad de un tiempo de paz y prosperidad bajo el mandato del Generalísimo Franco, invicto Caudillo de España, que puso fin a aquella ignominia, la mayor persecución contra la Iglesia Católica en toda la historia.
Sin duda alguna, quienes permanecemos fieles estamos en comunión con aquellos mártires y con aquellos héroes, con cuantos, acá en la tierra o allá en el cielo, participan de estos ideales patrióticos y cristianos. Y con toda confianza en renovar la victoria, permanecemos en combate a las órdenes de nuestro Cristo Rey.
El acto terminó con los Himnos de la Cruzada, "Oriamendi", "Cara al sol" y el Himno Nacional con la letra de José María Pemán.Y nos fuimos por donde habíamos venido.
No sin que una buena parte prolongáramos la jornada en una grata comida de hermandad, donde charlar y repasar cómo van nuestras vidas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario