Tras la Santa Misa en el Valle de los Caídos, ha tenido lugar un acto de afirmación nacional en protesta por la Ley de Memoria Histórica, haciendo justo aquello que tratan de prohibir ahora.
El lugar elegido ha sido el Arco del Triunfo, que se erige en la entrada a Madrid por la carretera de La Coruña.
Como dioses del Olimpo, los abanderados hacen guardia de honor en lo alto de las gradas, en la cumbre de la Gloria Patria que representa este monumento triunfal.
A continuación, se dio lectura al Radiomensaje del Papa Pío XII celebrando la Victoria de las armas cristianas.
Un joven falangista dio lectura al poema "¿Dónde fuiste, José Antonio?" de Federico de Urrutia. Del mismo autor se escuchó por megafonía el Romance de "Castilla en armas".
Frente a la Ciudad Universitaria, reconstruida grandiosamente por el Caudillo, un joven universitario defiende con brillantez la tesis de una Victoria justa, germen de la Nueva España, una, grande y libre.
Su lenguaje, afilado como una espada, hace honor a su apellido.
El abogado Pablo Gasco, con el antiguo Paraninfo, que primero se erigió como templo votivo por los Caídos, desgrana sus acusaciones contra la canalla roja, que fue justamente vencida para dar lugar a una España mejor.
Por último, José Luis Corral, Jefe Nacional del MCE y AJE, cantó aquella Victoria inscrita con letras de oro en el libro de la Historia Universal, una Victoria donde se enfrentaron el Bien y el Mal, Cristo y Belial, en uno de sus capítulos más definitorios. Por eso aquella guerra y aquella Victoria, fruto sin duda de la sangre martirial de muchos miles de santos, sacerdotes, religiosos, obispos, cristianos de a pie y soldados valientes, tiene resonancia mundial, así como el nombre del Caudillo victorioso que estuvo al frente. Al rememorarla nosotros, no importa el número, con los símbolos gloriosos de una España eterna, con los bellísimos himnos de la Cruzada, revivimos la Victoria y la hacemos actual y actuante para un futuro en el que volveremos a vencer sobre los malvados que quieren echarla por tierra.Miles de automovilistas fueron testigos del espectáculo. Muchos de ellos se unieron con el toque de sus bocinas y saludando con Vivas y Arribas a España. Alguno protestó. 10 a 1 para los favorables. Durante una hora las banderas estuvieron luciendo al aire impetuoso de la mañana clara y fría como las verdades que profesamos.
Luego, los Himnos de la Cruzada Nacional.
Y el Himno Nacional, que no podemos reproducir aquí porque excede el tamaño en megas.
Bravo valientes patriotas, hacéis bien en demostrar justamente lo que esos politiquillos rojos descendientes de los perdedores del 39 quieren prohibirnos.
ResponderEliminar¡ESPAÑA UNA, GRANDE Y LIBRE!
¡FRANCO Y JOSE ANTONIO: PRESENTES!
¡VIVA CRISTO REY!
¡VIVA ESPAÑA!
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