La Hermandad Nacional de Antiguos Caballeros Legionarios con sede en Madrid, ha celebrado el 99 Aniversario de la fundación de la Legión Española con una misa por todos los fallecidos y un ágape de hermandad. La misa se celebró en la iglesia parroquial de Santiago. Una corona de laurel fue llevada hasta el altar con los acordes del "Novio de la muerte", interpretado instrumentalmente.
El templo se hallaba abarrotado, aunque al ser día y hora laborable la inmensa mayoría eran jubilados, respetabilidísimos, por supuesto. En las preces se oró por Millán Astray, Valenzuela y Franco, además de por todos los caídos y muertos, especialmente los socios de la hermandad fallecidos el último año.
El sacerdote recordó la Epístola: "Combate el buen combate" y aseguró que si la Legión es algo hoy en día lo es por la mucha sangre derramada, por el sacrificio y el servicio, que son valores cristianos.
Tras la Consagración se escuchó el Himno Nacional.
Al terminar se cantó "El novio de la muerte", con emoción en las gargantas. Y salió en desfile hasta la puerta el guión de la Hermandad.
Ya en la calle, sólo los uniformes y el gentío daban cuenta de que allí pasaba algo.
Después, en los locales de la Hermandad, nombramientos de Socios Honorarios, reconocimientos y recompensas y el propósito de seguir con los valores que la Legión inculcó a cuantos militaron en ella, si bien algunos "entraron en la Legión, pero la Legión no entró en ellos", según dijo el Presidente, Coronel José Antonio Ruiz Mialdea, que ha sucedido al recordado Coronel Moya, fallecido a finales del año pasado.
Más tarde, la Hermandad invitó a un vino de honor en los mismos locales a cuantos quisieron unirse a la efeméride, pues la Legión acepta a todos cuantos aman a España y a la Legión, aunque no hayan formado parte militarmente de ella.
Entre los asistentes, José Luis Corral, Manuel Andrino, Carlos Pérez de Tudela, Andrés Lamana, Benedicto Martín Amores, los Coroneles Gabriel Rodríguez y Ramón Servert, etc.
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