Homenaje a los Caídos del Cuartel de la Montaña

 Un año más, se ha recordado la primera matanza de la guerra civil, la que sucedió cuando se rindieron los defensores del Cuartel de la Montaña, masacrados cruelmente en el mismo lugar de forma atroz. Muchos de ellos eran falangistas, por lo que la Vieja Guardia, en estrecha colaboración con La Falange, organiza este acto de memoria de los Caídos y de sus ideales patrióticos.

 Junto a la Plaza de España, nada queda del cuartel, donde ahora está instalado el Templo egipcio de Debod, regalado a España en época del Generalísimo Franco por su tarea de rescate de muchos templos, palacios y vestigios históricos del antiguo Egipto de los faraones, que estaban a punto de desaparecer bajo las aguas del Nilo contenidas por la gigantesca presa de Assuán.

 Queda la figura escultórica de un caído mutilado, sin ningún letrero que explique lo que sucedió, ante el cual se celebra el acto. Poco antes de empezar, a la caída de la tarde, la plana mayor de los falangistas se junta y ultima los detalles finales.

 Bastantes conocidos entre los asistentes. En la foto puede verse a Íñigo Pérez de Errasti junto a Alfonso Blanco.

 En primer lugar se depositó una corona de laurel bajo la estatua yacente. Luego fue leída la "Oración a los Caídos" de Sánchez Mazas.

 En la foto, José Luis Corral, Jefe Nacional del MCE, y Norberto Pico, Jefe Nacional de Fe-Jons.

 Por el acceso derecha puede verse a Félix Salmerón, Mari Luz Román, Carlos Pérez de Tudela y Andrés Lomana.

 Calin Gabor, de la Asociación de Amistad Hispano-Rumana, y Daniel Fernández, ex Secretario General de AJE.

 Jesús Muñoz y Carlos Rodríguez, del sindicato TNS, en el otro acceso. A lo lejos, arriba, se va formando un grupito de contestatarios de extrema izquierda, bien pronto contenidos por el servicio de orden y luego por la Policía Nacional.

 Manuel Andrino, Jefe Nacional de La Falange, hizo un discurso vibrante, firme, combativo, en ese estilo falangista de soltar verdades del ayer y del presente como bombas de mano. Recordó los sucesos del Cuartel de la Montaña y las inmensas fosas de Paracuellos y Aravaca, sobre las que callan los que andan buscando cadáveres de la guerra, así como de la inmensa matanza de sacerdotes, religiosos de ambos sexos y fieles católicos en la tremenda persecución religiosa que comenzó antes de la guerra. Ahora, buena parte de la Jerarquía, desde el Obispos de Madrid al Obispo de Roma, se desentiende de aquello y prefiere garantizar los beneficios económicos que les puede deparar el presupuesto del Estado, llevándose bien con quien gobierno. 

Por eso es más de alabar y agradecer la firme postura del Prior del Valle de los Caídos, Dom Santiago Cantera, que ha vetado cualquier profanación del sagrado recinto donde reposan caídos de ambos bandos, sin distinción.

Recordó también otras hazañas bélicas de los aliados al término de la Segunda Guerra Mundial, con millones de civiles pereciendo bajo las bombas de fósforo, soldados prisioneros alemanes exterminados, represalias inmensas sobre los que eran sospechosos de nazis, fascistas o colaboracionistas y tantos crímenes que se siguen cometiendo hoy en día.

Expresó el firme propósito de los falangistas de seguir defendiendo la verdadera Memoria Histórica, honrar a los Caídos y defender a España, manteniendo los ideales por los que murieron José Antonio Primo de Rivera y tantos falangistas, así como tantos buenos españoles.

Y denunciar los verdaderos problemas de los españoles, que son la carestía de la vida, la precariedad del empleo, la invasión migratoria, el separatismo y la corrupción política, junto a la degradación moral que se pone de relieve en bochornosos espectáculos como el del "Orgullo Gay".

 Por su parte, Carlos Batres, Presidente de la Hermandad de la Vieja Guardia, agradeció a los presentes su asistencia, particularmente a los jefes de organizaciones como Fe-Jons y Movimiento Católico Español, Norberto Pico y José Luis Corral. Para seguidamente comenzar el canto del "Cara al sol", el himno político por antonomasia más bello del mundo.

 

 

Palabras de Carlos Batres y "Cara al sol".