Con S.A.R. Don Sixto Enrique de Borbón-Parma

 

S.A.R. Don Sixto de Borbón-Parma y Borbón-Bousset está siendo objeto de atención en los últimos tiempos, con especulaciones sobre su estado de salud y la representación que algunos ostentan en su nombre. En ocasiones se hace mención a las entrevistas que he mantenido con él, que han sido tres en el último año. La de encima es de octubre último. Al visitar al Augusto Príncipe, cumplimos con un deber de reconocimiento a una personalidad histórica de sangre real, que se ha distinguido sobremanera en defensa de nuestros ideales, a la par que una obra de misericordia, que es visitar a los enfermos.

Como es natural, la delicadeza y el respeto nos vedaban hablar sobre extremos de su salud y su situación jurídica, que a nosotros no nos competen, pues sólo nos guían la admiración y la caridad cristiana. Y también por la consideración debida a su tutor legal y a sus cuidadores, que tan amablemente nos facilitan las visitas.

Aunque conocíamos con antelación, por amigos de la máxima confianza y credibilidad, de su situación, que ahora se ha hecho pública en el portal web "Infovaticana" y por un manifiesto de unas Juventudes Tradicionalistas, nos reservamos nuestra opinión sobre las distintas posturas y soluciones políticas que se barajan, siempre con el máximo respeto a todas las personas implicadas.

Sí es cierto que lo que ahora se revela públicamente, la incapacitación y la tutela legal por el Estado francés desde 2022, así como sobre su salud, coinciden con lo que hemos podido observar en nuestras visitas.

Esta es la visita de junio de 2025. El Príncipe nos recibe siempre con alegría y buen humor, con sus modales aristocráticos y su exquisita educación, pudiendo hablar de algunos acontecimientos y personas del pasado que él recuerda mejor.

Visita de diciembre de 2024. El Duque de Aranjuez está deseoso de charlar y se muestra deseoso de volver a España. Dios quiera que eso sea posible. Y que nuestras oraciones al Altísimo ayuden a Don Sixto a sobrellevar la situación que, mientras tanto, no le impide recibir visitas que él agradecerá con su proverbial amabilidad.