Un año más, convocados por la Hermandad Nacional de Banderas de Falange de Aragón, se ha conmemorado la Gesta de Alcubierre, donde perecieron los 60 falangistas que custodiaban este monte, salvando así a Zaragoza de la invasión roja, pues su sacrificio dio tiempo a organizar la defensa y el contraataque.
El acto comenzó con el Santo Sacrificio de la Misa, sobre el Altar del monumento, recientemente restaurado por los camaradas de Zaragoza, pues es vandalizado con frecuencia.
El Sacerdote habló del sacrificio de aquellos héroes y mártires y del Sacrificio de Cristo en la Cruz que se renueva en cada misa, también aquí, al que debemos sumar nuestro propio sacrificio, con una vida honrada y testimoniando nuestros ideales, en favor de nuestra Patria y de un mundo mejor.
Los asistentes se congregaron en la explanada adyacente, con los abanderados frente al Altar.En el momento de la Consagración, las rodillas se doblan y las banderas se inclinan ante el Señor de los Señores.
Abundaban las camisas azules, prenda usada como uniforme por la Falange.
A continuación hubo varias intervenciones, breves y rotundas. Josete hizo un canto a la Unidad, que nos conducirá a la Victoria. Así como las piedras necesitan argamasa para juntarse y permanecer y dar forma a un monumento, así nuestra camaradería nos debe unir para salvar a España.Manuel Herrero, Jefe de la Falange de Zaragoza, advirtió del peligro de dejarnos seducir por los distintos partidos políticos del sistema. Nosotros tenemos principios y valores que debemos mantener a toda costa.
La gerundense Carlota Sales recitó un poema dedicado a los 60 de Alcubierre.
Por su parte, Félix Romo, Delegado de la Vieja Guardia en Barcelona, recordó los muchos males que padecemos por culpa del actual sistema político. No basta con cortar una cabeza de la hidra, sino dar fin a la hidra entera. Y no se podrá hacer sin una alternativa, como lo es el Nacional-sindicalismo.
Siguió en el uso de la palabra José Luis Corral, Jefe Nacional del Movimiento Católico Español y de Acción Juvenil Española, que ironizó sobre la convocatoria socialista en Ferraz coincidiendo con este acto de Alcubierre: "nos tienen miedo". Recordó que estas gestas, como en Belchite, Santa María del Alcázar, Simancas, el Alcázar de Toledo o Teruel, sólo las protagonizaron los nacionales, jamás los rojos, que preferían asesinar a mansalva en retaguardia a gente indefensa e inocente, cuando no matarse entre sí como perros rabiosos. Así, el partido más criminal, mentiroso y asesino de la historia de España sigue cometiendo sus desmanes hoy en día, pero desde el Cielo se ríen de ellos y las alas de los Ángeles mueven con fuerza el viento que hace ondear nuestras banderas, soplo del Espíritu Santo y anticipo de una Victoria que volverá. Vencimos y venceremos.
Discurso íntegro de José Luis Corral.
Por último, el Secretario de la Hermandad, recordó brevemente los acontecimientos que conmemoramos y mencionó algunos de los nombres de aquellos héroes, que fueron contestados con un ¡PRESENTE! a cada uno de ellos.
Y entregó sendos diplomas a Félix Romo y José Luis Corral por su perseverancia en acudir a estos actos.
Se procedió después a llevar las 5 rosas por el pasillo formado por los asistentes hasta el monumento, mientras se cantaba el "Yo tenía un camarada". Después, los Himnos de la Cruzada Nacional:
Oriamendi
Cara al sol
Himno Nacional
Y la clásica foto de familia.
Allí quedaron las 5 rosas, hasta que el tiempo las marchite o manos alevosas las retiren; sea acaso para su maldición.
Y bajamos a las trincheras y los refugios, donde el monolito repuesto y restaurado una y cien veces, en el que se dejaron otras 5 rosas y se rezó un responso dirigido por el Páter.
Y otra vez el "Cara al sol", con las mismas notas, con la misma letra, que cantaron aquellos valientes, los 60 de Alcubierre.
Se celebró posteriormente una comida de hermandad. Como no podía ser de otra forma, el Señor Cura bendijo la mesa.Se sortearon algunos regalos. Carlos Pérez de Tudela fue uno de los agraciados.
No podían faltar las alegres canciones, propias de nuestro estilo. Alegría a raudales, camaradería, buena gente, buen apetito y buen vino. Laus Deo.
Y para despedirnos, una visita al Monumento gemelo en el pueblo de Alcubierre, igual que el de la sierra, pero coronado además por una imagen del Sagrado Corazón de Jesús. Al lado, la Iglesia Parroquial de Santa Ana, con su torre mudéjar propia de toda la región aragonesa.
orgullosa de haber compartido éste día con tanta gente patriota y valiente. Juntos haremos frente al gobierno comunista-terrorista que está destruyendo a España
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