Recuerdo de Carrero Blanco y su Magnicidio

 

Aún quedan españoles que recuerdan agradecidos la figura insigne del Almirante Don Luis Carrero Blanco, que era Presidente del Gobierno cuando fue vilmente asesinado por la banda terrorista ETA junto a un conductor y un policía de escolta que viajaban con él en el coche volado en la calle Claudio Coello de Madrid. 50 años después, la oración, las flores y el "Cara al sol" ante su sepultura en el cementerio de Mingorrubio, donde reposan sus restos mortales, los de un cristiano recién comulgado y recién salido de Misa.

En un camposanto lleno de personas ilustres, varias tumbas y panteones han recibido también la visita piadosa de sus amigos y admiradores: los hermanos José Luis y Mary Carmen Alemán Artiles, con los que compartimos tantos momentos entrañables; y sus padres, muy próximos. Y el tradicionalista Marcelino Oreja Elósegui, asesinado el 5 de octubre de 1934. Y los dos Generalísimos que hay en el lugar: Trujillo, de la República Dominicana; y Franco, con el frontal del Panteón tan cuidado como siempre, con un belén navideño estos días, donde resonó el "Yo tenía un camarada".

Por la tarde, la santa misa en sufragio de su alma. Por tres veces el sacerdote, con mucha unción, recordó el atentado, invitando a la paz, la unidad y el perdón: en las preces, en el canon y antes de la Paz. Tuvo lugar en la capilla del patio de los jesuitas donde cayó el coche oficial tras la explosión.

Ya en la calle Claudio Coello, ante la lápida que recuerda el atentado, otra vez la oración y el recuerdo.

Desde las 5 de la tarde estuvo pasando gente y dejando ofrendas florales. También se celebró otra misa en la iglesia principal de los jesuitas a las 8 de la tarde.