Tras alimentar el espíritu, también hay que recompensar el cuerpo. Y nada mejor que el bar del Chino Franquista, el "Una, Grande, Libre", en espíritu de camaradería, alegría y buena compañía.Ambientazo, lleno a tope dentro y fuera, juventud y veteranía, esa mezcla familiar que es propia de lo auténtico.
Y si no hay sitio dentro, fuera, que el veranillo de San Martín está proporcionando unos días espléndidos y permite estar en la calle con toda comodidad.
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