Día del Caudillo

 

A los 87 años de la Exaltación de Francisco Franco, Caudillo de España, a la Jefatura del Estado, que sucedió el 1º de Octubre de 1936, sigue habiendo buenos españoles que guardan memoria del hecho y que acuden al Panteón donde yacen sus restos mortales, ahora en el cementerio de Mingorrubio, junto a El Pardo, en Madrid. Una delegación del Movimiento Católico Español, con su Jefe Nacional al frente, José Luis Corral, quiso orar en el Valle de los Caídos, acercarse al Panteón para dejar las 5 rosas rojas simbólicas y comer luego en el Chino Franquista.

A las 10,30 h. de la mañana ya esperaban docenas de automóviles para entrar en el recinto del Valle.

A las 11 comenzó la Santa Misa, con entrada procesional. En primer lugar, los puericantores de la Escolanía, seguidos de los novicios.

Por último, varios monjes de la Comunidad Benedictina, entre ellos el Prior Dom Santiago Cantera, y el Abad Emérito, Dom Anselmo Álvarez. La misa fue solemne y cantada, asistiendo al menos unos 200 fieles, muchos de los cuales comulgaron, la mayor parte de rodillas en las gradas del altar.

Al final, se produjo la ceremonia de entrega de cogulla blanca que visten los escolanos en las ceremonias litúrgicas. Sus familiares les ayudaron a ponérselas.

Ante uno de los Escudos monumentales.

Con la Cruz más grande y alta del mundo de fondo.

A las 12,30 h. seguía la cola para entrar en el Valle. El buen tiempo, el veranillo de San Miguel, que algunos iletrados creen causa del "cambio climático" y del "calentamiento global". Cientos, si no miles de personas, se acercaron al monumento más impresionante del siglo XX en todo el mundo.

En el Panteón de Franco en Mingorrubio se colocaron las 5 rosas simbólicas, mientras se cantaba el "Yo tenía un camarada".

Tampoco faltó el "Cara al sol" con los gritos de ritual. Y el rezo de un responso.

No hacen falta multitudes para tener gestos. Aunque nos consta que durante la jornada pasaron por allí muchas docenas de personas.

Yo tenía un camarada.

Cara al sol.

Gritos de ritual.

Luego, quedada en el Chino Franquista, que nos recibió con su proverbial hospitalidad, en un ambiente patriótico, cordial y alegre, a donde se acercaron muchos patriotas por ser el día que era.