El Sagrado Corazón de Jesús y el Inmaculado Corazón de María

 

Intenso fin de semana: Viernes el Sagrado Corazón de Jesús y Sábado el Inmaculado Corazón de María. Ocasión de volver al centro geográfico de la Península Ibérica, donde se yergue uno de los monumentos más impresionantes fruto de la Cruzada. En el Cerro de los Ángeles fue consagrada España al Sagrado Corazón de Jesús en 1919 por Alfonso XIII.

 La vesania marxista fusiló y dinamitó la imagen y todo el conjunto escultórico, lo mismo que les pasó a 20.000 edificios religiosos en España entre 1931 y 1939.

El conjunto fue reedificado mucho más grandioso aún, como haremos siempre los católicos con los monumentos que los hijos de Satanás vayan destruyendo. Una lápida recuerda que fue el Generalísimo Franco, Caudillo de España, quien inauguró el nuevo conjunto monumental y volvió a consagrar a la nación española al Divino Corazón. El complejo monumental incluye la Ermita de Nuestra Señora de los Ángeles, el nuevo Seminario Diocesano, el convento de las Carmelitas Descalzas fundado por Santa Maravillas de Jesús y una gran Basílica que sustenta la imagen del Sagrado Corazón de Jesús.

Final de la misa de 7, precedida de una Adoración Eucarística especialmente dirigida a los niños. Cada hora se estuvieron diciendo misas, la mayoría en la Basílica, pero también en la Iglesia del Convento.

Misa de 8 presidida por el Obispo.

Es posible subir a los pies de la imagen, a la que adoran 4 hileras de figuras con representaciones de los santos españoles, familias, órdenes religiosas y las Indias. Aquí, la encabezada por la figura de la Caridad, con el corazón ardiente.

Muy acogedora, la iglesia de la Ermita de Nuestra Señora de los Ángeles.

Para terminar, ¿qué mejor que el Chino Franquista?

El sábado, precioso acto en el Convento de las Carboneras, donde los Misioneros de los Sagrados Corazones de Jesús y de María tuvieron la Exposición Solemne del Santísimo y la Santa Misa, oficiada por el Párroco de Nuestra Señora del Buen Consejo.

Foto de familia de congregantes de esta piadosa asociación privada de fieles.

Y las monjas de clausura, tras su reja, en el coro.

Es el Madrid antiguo y medieval, con calles estrechas.

Junto a la Plaza de la Villa, el Ayuntamiento antiguo y la Torre de los Lujanes.

Zona donde no faltan los buenos establecimientos donde atender las exigencias del cuerpo, una vez satisfechas las del espíritu.

  

 

Amistad, camaradería, no importa la edad ni la procedencia. Nos unen Dios y España.