Carlos Fernández Barallobre, conocido como "Calín" entre los amigos, que somos muchos, ha estado en las Ventas, en la sala "Antonio Bienvenida", para presentar su libro "La Coruña, España y los toros", editado por SND Editores.
Fue presentado por José María Mateos Domínguez, escritor de temas taurinos, que explicó la importancia de este trabajo exhaustivo que da a conocer la importancia de la fiesta nacional en La Coruña durante más de un siglo, con la presencia en la misma de las principales figuras del toreo.
Por su parte, Juan Lamarca, que fue Inspector Jefe en la cercana comisaría de policía de Ventas y que en calidad de delegado gubernativo presidió cientos de festejos en el principal coso taurino del mundo, y otorgó más de 400 trofeos, recordó algunas anécdotas sucedidas en La Coruña, entre ellas aquella que provocó un titular en "La Hoja del Lunes" coruñesa: "Ayer, 3 gitanos estafaron a 10.000 gallegos". Fue un monumental escándalo. Cagancho, Gitanillo de Triana y Albaicín, que tantos éxitos obtuvieron, sufrieron esta vez un desastre para recordar. Como explicó muy bien el señor Lamarca, los toreros gitanos tienen un arte inigualable, pero no se adaptan a todos los toros por igual, de forman que alternan éxitos y fracasos, como el del mismo Cagancho en Almagro, que ha quedado en el decir popular.
Tanto el ex presidente taurino como el escritor recordaron la importancia de la figura de Francisco Franco asistiendo a algunas corridas.
Carlos Fernández Barallobre, fue director de una residencia Universitaria y durante varios
años coordinador de las actividades culturales y Deportivas del
prestigioso centro educativo de La Coruña, Liceo La Paz. Fue Presidente
del Sporting Club Casino de la Coruña y vicepresidente de la Comisión
Promotora de las Hogueras de San Juan de La Coruña. tiene una vastísima erudición en muchos temas culturales, históricos y políticos, también recordó muchos episodios de la época, sobre todo de la posguerra hasta ahora, en la que ha sido testigo directo.
De lo que no fue testigo, pero sí guardan memoria todos los aficionados taurinos, es de aquella corrida de agosto de 1934 en la que Belmonte fue a rematar a un toro con el estoque, que inopinadamente salió disparado hacia la grada por un movimiento brusco del toro, yendo al pecho de un espectador que murió instantáneamente. Domingo Ortega, que también toreaba, sufrió un accidente de coche al irse y el tercer torero, Ignacio Sánchez Mejías, hubo de sustituirle en Manzanares, donde fue cogido de muerte al día siguiente, lo que provocó la poesía de García Lorca "Llanto por Ignacio Sánchez Mejías":
A las cinco de la tarde.
Eran las cinco en punto de la tarde.
Un niño trajo la blanca sábana
a las cinco de la tarde.
Una espuerta de cal ya prevenida
a las cinco de la tarde.
Lo demás era muerte y sólo muerte
a las cinco de la tarde.
También recordó aquel episodio de la visita del Alcalde al Caudillo, al que le dijo que iban a tirar la plaza de toros y hacer una nueva en otro lugar, porque se lo había prometido el Ministro de Obras Públicas. Franco le preguntó si no sería mejor construir primero la nueva y tirar luego la antigua. El Alcalde replicó que no podía dudar de la palabra del Ministro. Y Franco le dijo "pues no dude; no dude". Resultado: 24 años sin plaza de toros.
He aquí algunos momentos breves en vídeo de la presentación:
Los generales Chicharro y Coloma, y Emilio de Miguel, junto a otras personas y el autor del libro.
En el exterior de la Plaza de Toros de Las Ventas, obra realizada durante la Dictadura de Primo de Rivera, aunque inaugurada en 1931, en el magnífico estilo neomudéjar.
El ambiente que rodea la fiesta de los toros es muy español, como la gran mayoría de los aficionados.Maqueta de la Plaza sita en el interior de la sala de conferencias "Antonio Bienvenida".
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