Las Águilas de la Cristiandad han vuelto a volar juntas. España x Polonia

 

Por iniciativa del Movimiento Católico Español y de Acción Juvenil Española, las Águilas de la vieja Cristiandad han vuelto a volar juntas en la Plaza de Colón de Madrid para apoyar a la católica Polonia.

Ha sido en la soleada mañana del sábado 11 de diciembre del año de Gracia 2021. Para asombro de viandantes a pie o en vehículos rodados.

Resguardados por las inmensas moles que recuerdan el Descubrimiento de 1492, mediante el cual la vieja Cristiandad se propagó a un Nuevo Mundo, evangelizado y civilizado por España.

Con los extraños petroglifos de fondo, los símbolos gloriosos de una Europa cristiana ponen colorido y significado a un lugar, a un tiempo, a la historia entera.

Es que los ideales no mueren, sobre todo cuando están acrisolados por el tiempo y la gloria, por la sangre y el martirio de tantos antepasados que nos precedieron y marcaron el camino.

También las chicas enarbolan las banderas de tan sacrosantos y puros ideales. También se acercaron algunos residentes polacos, con curiosidad y simpatía.

José Luis Corral, Jefe Nacional del Movimiento Católico Español y de Acción Juvenil Española, pronunció un largo discurso, porque mucho había que decir.

Teníamos que agradecer públicamente y en la calle el ejemplo y la lucha de Polonia, nación católica del Este de Europa, considerada históricamente como "Antemurale Christianitatis", junto a Croacia y Hungría. El Baluarte de la Cristiandad, que supo enfrentarse a otomanos, luteranos y cismáticos ortodoxos. Pero que sigue haciéndolo ahora en sus fronteras, a la par que resiste las influencias masónicas e inmorales de los burócratas de la Unión Europea, luchando contra el aborto, contra las leyes de género y contra todo tipo de maldad. Un pueblo polaco con miles de varones rezando el rosario de rodillas en las calles y gritando también "Arriba España" y "Viva Franco". ¿Cómo no agradecerlo con lágrimas en los ojos?

Polonia sufrió la ocupación y la desmembración por parte de los protestantes prusianos y de los cismáticos rusos desde 1795 hasta 1919, cuando recuperó su independencia tras la I Guerra Mundial. En ese año precisamente el rey Alfonso XIII erigía la estatua del Sagrado Corazón de Jesús en el Cerro de los Ángeles y consagraba a España al Sagrado Corazón. Precisamente hace pocos años, el Presidente Andrzej Duda ha entronizado a Cristo como Rey de Polonia.

Aquel monumento del Cerro de los Ángeles y aquella Consagración lo fueron por dos santos, Santa Maravillas de Jesús y San José María Rubio, que canonizó en esta misma plaza de Colón un papa polaco, San Juan Pablo II. Hoy mismo es la fiesta de Santa Maravillas de Jesús y de un Papa madrileño, San Dámaso. Son guiños de la Divina Providencia para los que tenemos Fe.

Aquella independencia de Polonia duró bien poco, porque el 1 de Septiembre de 1939 fue invadida, primero por Alemania y el día 17 por la Unión Soviética, tras el pacto de no agresión firmado por Molotov y Ribbentrop el 1 de agosto, el pacto nazi-comunista que tuvo como primera víctima a Polonia, pero también a los países bálticos, a Finlandia y a parte de Rumanía.

De aquel entonces fue la terrible matanza de Katyn, perpetrada por los comunistas rusos, paralela a la que fue ejecutada cerca de Madrid en Paracuellos del Jarama. También nos une eso, el martirio ante el comunismo y la lucha contra el comunismo.

Un 20% de la población polaca pereció durante la II Guerra Mundial por culpa de aquella invasión. Si de entonces nos queda la figura inolvidable del Padre San Maximiliano Kolbe, cruelmente asesinado por los nazis, en los años 80, víctima de los coletazos del comunismo, era asesinado el Padre Jerzy Popiełuszko.

De aquellos años del Sindicato Solidaridad y de Lech Walesa llevo yo una chapa prendida en mi jersey que dice "Solidaridad con Polonia". No es nuevo ni reciente nuestro amor y admiración por Polonia.

En 1989 caía el comunismo, un 9 de noviembre, cuando cayó el Muro de Berlín, en la Fiesta de Nuestra Señora de la Almudena, que fue precisamente encontrada en un muro que se derrumbó. Más guiños de la Providencia. En 1991 viajábamos a Polonia, a las Jornadas Mundiales de la Juventud en Czestochowa, y aún recordamos la explosión de vitalidad de la juventud polaca, pletórica de alegría y dignidad.

Por eso, en estos tiempos de totalitarismo, de mundialismo, cuando nos amordazan, confinan, multan y prohíben, la Cristiandad debe dar nuevo vigor a sus raíces y salir a la calle en defensa de nuestros principios, como estamos haciendo en el día de hoy. Nuestras Águilas, sobrevolando las fronteras, las miserias humanas y las imposiciones de los eurócratas, forman una Alianza viva en el Cielo. ¡¡¡Vivan España y Polonia, Viva la Europa Cristiana, Viva la Cristiandad y Viva Cristo Rey !!!!

 Tanto al principio como al final del acto se escucharon los Himnos Nacionales de Polonia y de España.

El puesto también tuvo su sitio y permitió a los transeúntes adquirir algunas cosas. Hubo una recaudación nada desdeñable.
 

Para algunos afortunados, la jornada se prolongó, tras la comida, con una visita al Valle de los Caídos, donde tuvo lugar un espléndido concierto navideño de la Escolanía, cuyas voces blancas entonaron conocidos villancicos y melodías navideños y otros menos conocidos, para que podamos vislumbrar la riqueza musical tan extraordinaria que posee la vieja Cristiandad. En el marco incomparable de una Basílica bajo la Cruz más grande del mundo, junto a miles de Caídos por Dios y por España.