Con motivo del 20-N, aniversario de las muertes de José Antonio Primo de Rivera y de Francisco Franco, cientos de personas han acudido a misa a la Basílica de la Santa Cruz del Valle de los Caídos, donde han concelebrado cuatro frailes, con el Padre Alfredo como oficiante principal. La Escolanía de triples ha solemnizado la función religiosa con sus cantos, que han sido hechos con melodías en latín y castellano populares, de manera que pudieran ser acompañados por el pueblo.
La Escolanía comulga también de rodillas, dando ejemplo de piedad y devoción.
El Abad emérito, Dom Anselmo Álvarez, durante la celebración, distinguido por el capelo morado.
También los fieles comulgan en su mayoría de rodillas y en la boca, mostrando mucha piedad.
El espectáculo de la grandiosa cúpula y la nave central llena de público con la distancia requerida por las normas sanitarias vigentes. También las naves laterales del crucero estaban llenas de gente.
José Luis Corral, Jefe Nacional del Movimiento Católico Español y de Acción Juvenil Española, conversa con uno de los frailes más veterano.
De rodillas ante el cenotafio, antigua tumba de Franco, que sigue atrayendo las visitas de la buena gente.
Los fieles patriotas rezan en silencio.
Un solitario ramo de flores recuerda el sitio exacto.
Notable también la casulla negra del celebrante principal, Padre Alfredo, un signo litúrgico de la importancia que se da a la celebración. En las preces se pidió por todos los caídos y por la pervivencia de la Fe Católica en España.
Las fotos de grupo se reprodujeron, como esta, con algunos de los patriotas más comprometidos.
José Luis Corral depositó las 5 rosas simbólicas en la tumba de José Antonio. No fue el único, como puede apreciarse por los varios ramos que hay.
No podía faltar la foto ante uno de los dos monumentales Escudos de España que flanquean la entrada exterior de la Basílica.El Abad emérito, Dom Anselmo Álvarez, durante la celebración, distinguido por el capelo morado.
También los fieles comulgan en su mayoría de rodillas y en la boca, mostrando mucha piedad.
El espectáculo de la grandiosa cúpula y la nave central llena de público con la distancia requerida por las normas sanitarias vigentes. También las naves laterales del crucero estaban llenas de gente.
José Luis Corral, Jefe Nacional del Movimiento Católico Español y de Acción Juvenil Española, conversa con uno de los frailes más veterano.
De rodillas ante el cenotafio, antigua tumba de Franco, que sigue atrayendo las visitas de la buena gente.
Los fieles patriotas rezan en silencio.
Un solitario ramo de flores recuerda el sitio exacto.
Notable también la casulla negra del celebrante principal, Padre Alfredo, un signo litúrgico de la importancia que se da a la celebración. En las preces se pidió por todos los caídos y por la pervivencia de la Fe Católica en España.
Las fotos de grupo se reprodujeron, como esta, con algunos de los patriotas más comprometidos.
José Luis Corral depositó las 5 rosas simbólicas en la tumba de José Antonio. No fue el único, como puede apreciarse por los varios ramos que hay.
En el autocar fletado por el MCE nos acompañó un cámara con una periodista que nos fueron entrevistando y emitiendo en directo para Televisión Española. No pudieron grabar dentro del Valle, aunque utilizaron una cámara oculta para sacar algunas imágenes. El Gobierno había prohibido la presencia de medios de comunicación en el interior del recinto durante el fin de semana. Otra muestra más de la libertad informativa. Nosotros, sin embargo, no pusimos ninguna pega.
De hecho, nos acompañaron desde el Chino Franquista, el bar "Una,Grande,Libre" donde dio comienzo la peregrinación y donde terminó. Un día con muchas flores.
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