Historia del MCE: Nuestros curas.

 Un nutrido grupo de sacerdotes nos han ido acompañando a lo largo de nuestra historia, dándonos fuerza espiritual, consejo evangélico, ejemplo de vida, la Palabra de Dios y el Cuerpo de Cristo, perdonando nuestros pecados y curando nuestras almas. Por eso les decimos curas, porque han cuidado y procurado el bien de nuestras almas, han sido nuestros Padres espirituales. Les debemos una gratitud imperecedera, además de un afecto que brota del corazón. Muchos ocupan ya su lugar en los luceros, desde donde nos siguen guardando. Que Dios les premie tanto bien como nos hicieron. Otros siguen en este valle de lágrimas y seguirán con nosotros mientras tengan fuerzas para ello.

En la primera foto aparecen en Alcubierre, diciendo Misa, Don Joaquín Fernández de la Prida y Don Amable Redón.

 Don Joaquín Fernández de la Prida y de Carlos era madrileño de Chamberí. Se conoció con José Luis Corral en los años 70, en una peregrinación de la Legión de María a Irlanda, donde conocieron al fundador de la misma, Frank Duff. Don Joaquín estuvo de Párroco en Vicálvaro y fue secuestrado en Irán por islamistas narcotraficantes. Él rezo y rezó el Rosario sobre todo, hasta su liberación. En una convalecencia leyó a José Antonio y quedó prendado. Entró en contacto con organizaciones falangistas y con Ex Combatientes, yendo a bendecir el acto de la Plaza de Oriente del 20-N y celebrando diversas misas en las efemérides del 1 de Abril y 18 de Julio. Bendijo el Arco de la Victoria cuando lo inauguramos nosotros hace pocos años, pues nadie lo había hecho oficialmente.

 Don Amable Redón fue capellán legionario y mantuvo su espíritu legionario. Capellán de la Hermandad de Banderas de Aragón, acudía regularmente a Belchite y Alcubierre. Menudo, inquieto y vivaracho, alegre y cantarín, sus fervorosas homilías eran conmovedoras.

 Don Amable dijo su última misa, "in artículo mortis", consciente aún, pero muy debilitado, en la Capilla del Calvario de Codo.

Disfrutaba de las banderas y de la juventud, sin acepción de personas. Y era generoso y caritativo, pobre y humilde.

En la Bendición de la sede de la calle de Alcalá:

El Padre Antonio Sánchez, O.P. gran orador que celebraba cada mes una Misa pública por España en las Salesas, ante quienes nos dio a conocer. Como con él, tuvimos relación con varios dominicos de la vieja escuela, excelentes teólogos y moralistas como el Padre Victorino Rodríguez y el Padre Royo Marín.

El Padre Bernardino Antón era Deán de la Catedral de Cádiz y ex consiliario nacional de los Sindicatos Verticales. Pronunció un discurso en la manifestación contra el aborto del 7-10-1983.

El Padre David Cervera, O.F.M., de una ilustre familia de marinos, era columnista de "El Alcázar" y gran investigador y escritor. Poseía una gran biblioteca sobre Masonería y sectas satánicas. Escribió "La Red del Poder". Además, fue capellán de los sordomudos.

El Padre Cervera dio varias conferencias en nuestra sede de la calle Alcalá, 146.

El Padre Hipólito Gil Balbás, que fue capellán militar, bendijo nuestra sede de General Lacy, 12 y celebró varias misas en las efemérides. También ejerció de consiliario de la Unión Seglar de Madrid. 

Otro capellán militar que nos acompañó fue el Padre Jaime Tovar Patrón. Ambos recibieron sendos Premios de los Círculos San Juan. Escribió una biografía del Padre Huidobro "El Padre Huidobro, legionario y santo", y "Los curas de la última Cruzada", una relación y hechos más notables de los capellanes castrenses durante la guerra.

 El Padre Ángel, consiliario de Fuerza Nueva, que había sido un gran teólogo profesor en el Seminario, nos acompañó en la Peregrinación a Santiago de Compostela y en varios Capítulos Generales, en la Presidencia. Muy humilde. En la foto, celebrando en la Capilla de la Virgen de los Ojos Grandes, de Lugo.

 De izquierda a derecha, Padre Ángel, Coronel Luis Hernández del Pozo, José Luis Corral, Francisco José Fernández de la Cigoña (en uso de la palabra) y Antonio Sánchez-Fortún.

Celebrando en el Santuario de Piedrafita del Cebrero.

El Padre Guillermo Devillers, superior de la Fraternidad San Pío X en España, nos visitó, habló y celebró la Santa Misa en una acampada en el Pantano de San Juan en 1987. Recientemente hemos retomado el contacto con los sacerdotes de esta Fraternidad, que se ha distinguido por su fidelidad a la ortodoxia y a los ritos tradicionales.

 Misa del Padre Devillers en el Pantano de San Juan.

 Asimismo, mantuvimos muy buenas relaciones con el Instituto Cristo Rey, Sumo Sacerdote, que también ha mantenido el "vetus ordo" y la doctrina católica en su integridad.

En la foto, el fundador y superior, Msr. Gilles Wach, y el Padre Ricardo Ruiz Vallejo, entonces superior del Instituto en España. La relación prosiguió con el resto de sacerdotes hasta nuestros días.

El Padre José Ignacio Dallo Larequi, canónigo de Pamplona, Fundador y Director de la Unión Seglar de Navarra y de la revista "Siempre p'alante", ha sido un puntal en la arquitectura del catolicismo hispano defensor de la Unidad Católica y del compromiso de los seglares. Nos ha distinguido con su amistad, consejo y ayuda durante muchísimos años. También recibió un Premio de los Círculos San Juan de amigos de la Prensa Católica y Patriótica.

 El Padre Agustín Arredondo, S.I. tuvo larga vida y nos favoreció con su amistad y consejo. Fue consiliario de Speiro y participaba en las Reuniones de la Ciudad Católica y en las Jornadas por la Unidad Católica, además de celebrar en ocasiones la misa de San Pío V para el grupo de fieles del que luego se hizo cargo el Instituto Cristo Rey. No fue el único jesuita que nos confortó y alentó. En la foto, con Vidal Mayor, Carlos Pérez de Tudela y Agustín Cebrián. La foto la hizo José Luis Corral.

El Padre Baltasar Pérez Argos, S.I. era otro sabio eminente que nos deleitó con sus saberes. Empleó dos conferencias para hablarnos de las "apariciones marianas". Se extendía en la psicología, la idea de la imagen, de la mente, de lugar del cerebro donde se produce, de lo objetivo y de lo subjetivo, lo real y lo simbólico... Pero no había forma de saber y que nos dijera si tales o cuales apariciones eran falsas o verdaderas. Nos dejaba siempre con la miel en la boca.

También celebraba la misa de san Pío V en ocasiones para el grupo antedicho. Y en la Residencia de Alcalá de Henares fue quien le preguntó a su compañero de promoción y estudios, el Padre Llanos:

- "Llanos, ¿por qué te hiciste comunista?"

- Me  equivoqué, fue la respuesta del "autoexiliado" al Pozo del Tío Raimundo.

No podemos dejar de recordar al Padre José María Alba Cereceda, S.I. Cofundador con el Padre Piulachs de la Unión Seglar "San Antonio María Claret" de Barcelona, de la "Sociedad Misionera de Cristo Rey" y del "Colegio de la Inmaculada" en Sentmenat, amén de otras asociaciones relacionadas. Aunque no intervino en ningún acto específico del Movimiento Católico Español, sí estuvimos en actos conjuntos de las Uniones Seglares y en otros momentos, así como la amistad personal con José Luis Corral y otros miembros de nuestro Movimiento, en un permanente intercambio de personas, actos, ideas e ilusiones.

El Padre Jesús Calvo, Párroco de Villamuñío y de varios pueblos más, notable filósofo, escritor y compositor musical, valiente y claro como pocos, también nos ha distinguido con su saber y su amistad.

 Don Manuel Liébana Peinado, jiennense y activo y vital a sus muchos años, consiliario por mucho tiempo de la Hermandad de los Mártires y Caídos de Paracuellos, nos brindó su amistad y compañía.

En la imagen, en una de las comidas que solíamos tener un grupo de amigos tras la misa de Paracuellos. Con él, Ana María Solla, ya fallecida.

 El Padre Don Felipe de Lope, que fue Párroco de Loeches y capellán de la Duquesa de Alba, sucedió a Don Manuel Liébana, pero siendo más joven, murió antes. En su breve periodo destacaron su sonrisa y su humildad. Lucía con orgullo un par de condecoraciones militares. Como su antecesor, nos acompañaba a comer tras la misa de Paracuellos.

Otra vez se ve a Ana María Solla al fondo.

 El Padre Victoriano Mateo, marianista, también nos acompañó numerosas veces, incluso con la oposición de sus compañeros. Una vez que fue a asistir al acto público del Capítulo General, sus compañeros lo esperaron y se lo llevaron. Pero como oyente, conferenciante o celebrante, nos acompañó siempre que pudo.

 Contaba muchas anécdotas con la amenidad propia de los marianistas. Estuvo en la guerra, con los rojos y narraba que blasfemaban continuamente. "El más moderado, blasfemaba 80 veces al día". También estuvo destinado en Marruecos. Si algún musulmán se convertía, tenía que salir del país, porque le quitaban la vida.

Quizá fue el único en celebrar la Santa Misa en nuestra sede.

El Padre Ángel García Ojeda de la Fuente, salesiano, otro fenómeno de la naturaleza, radicado en el Tibidabo, dispuesto a coger el puente aéreo para pronunciar una conferencia en nuestra sede y volverse el mismo día. Escritor prolífico, "La última Cruzada..." "Ecumenismo a 3 bandas...", "Los Borbones...." "La violencia en el banquillo", "La España que lucha y la que bosteza"... Predicador, publicista, educador. Fue un lujo tenerlo como amigo.

Don Tomás Luengo no estuvo mucho con nosotros, pero celebró y nos acompañó con los Círculos San Juan. Tuvo mucha influencia en la formación de José Luis Corral en la Legión de María. En la foto, a la izquierda, el más próximo a José Luis. A la derecha, a partir de él, Blas Piñar, Carlos de Meer y Luis María Sandoval.

Don Faustino Moreno Villalba era cura en San Saturnino, de Alcorcón. Dirigía la revista "Alcorcón Gráfico" y escribió "Franco, héroe cristiano en la guerra". Mantuvo contacto incluso cuando perdió la vista y no pudo seguir asistiendo a los actos. En esa misma población tuvimos bastante relación con Don Miguel Revilla Sanmartín.

En Orihuela nuestro delegado Luis Tormo tuvo mucho apoyo en los franciscanos y las salesas, que celebraban la Misa por España y como contrapartida tuvieron varias vocaciones en ese tiempo.

 El jerónimo de Yuste Fray Antonio de Lugo, exquisito biblista, moralista, escritor y consejero, también pronunció sus conferencias en nuestra sede. En la imagen superior aparece también Don Juan Sánchez del Corral, fundador de la Campaña Nacional de Oración y propulsor de la imagen que se venera actualmente en el Parque del Oeste.

 En esta otra foto, además de José Luis Corral, acompaña al  reputado fraile el Padre Victoriano Mateo.

El Padre capuchino Fray Guillermo de Pablos fue otro cura valiente y entregado, siempre dispuesto y afectuoso, que subió a la tribuna de la Plaza de Oriente y ofició numerosas veces en las fechas más significativas, llegando a acogernos en su convento de Jesús de Medinaceli, del que fue rector.

El sacerdote diocesano Juan María Sanz Cubero nos acompañó también numerosas veces y, ya retirado, nos sigue brindando su amistad donde lo encontramos. En la foto, en un acto electoral en un colegio. También nos acompañó en una peregrinación a Fátima. A la izquierda, Antonio Sánchez-Fortún, Mercedes Rodríguez y José Luis Corral.

 Don José Mesonero Trancón, coadjutor de Nuestra Señora del Buen Consejo, la Parroquia de la Colegiata y antigua Catedral de San Isidro, también fue un aliento constante, fuera en la misma puerta de la Catedral, en la calle Toledo, donde colocábamos nuestro puesto, sea en las conferencias en nuestra sede o llevándonos a Fátima. Era muy mariano y experto en las apariciones de Fátima.

 Al fondo, los consejeros nacional del MCE, Antonio Sánchez-Fortún y José María Rodríguez Máyquez.

El Padre Bernardo Monsegú, cuyo nombre civil era Hilarión Gómez Monsegú, Pasionista de Santa Gema Galgani, Director de la revista "Roca Viva" que había fundado el Padre Luis Ruiz Galiana, también amigo nuestro, que nos puso en contacto con Hermandades Profesionales, hijo del General Ruiz Hernández, Presidente de la Hermandad de Combatientes Requetés.

Don Julián Melero, el Señor Cura Párroco de San Jerónimo el Real, nos recibió en su iglesia y celebró y predicó personalmente muchas veces, a pesar de muchas presiones en contra.

También el Padre César Pastrana nos acompañó en muchas celebraciones, aunque últimamente se ve absorbido por los muchos pueblos a su cargo.

El Canónigo Archivero de Almería, Don Juan López, también nos distinguió con su amistad y nos dio alguna clase en nuestra Escuela de Verano.

El Padre Francisco Suárez también nos ha comunicado una fuerte espiritualidad y predicado la buena doctrina católica.

No podemos olvidarnos del Padre Jorge Palá de Canet, que nos abrió muchas puertas en Francia y en España, por sus buenas relaciones en ambas naciones. Durante mucho tiempo fue el asesor espiritual del "Circle Franque Hispanique" y de la "Asociation Petain-Verdun", a los que acompañaba con un autocar que venía a España los 20-N.

El Padre Palá, celebrando según el rito de San Pío V en una acampada en la Presa de la Parra, en el río Lozoya. De acólito, José Luis Corral. A la izquierda, Luis María Sandoval.

 Don Máximo Barbero, de la Sdad. Sacerdotal de la Santa Cruz, ante el Oratorio del Caballero de Gracia, donde celebramos los últimos años las misas de los Círculos San Juan. En la foto, con Jesús Muñoz, José Luis Corral y Javier Marcos. Un cura simpático y siempre a pie de confesionario.

El Padre José Luis también se ha incorporado últimamente, a pesar de su mucho trabajo con las Comunidades Neocatecumenales.

Conscientemente evitamos mencionar aquí y ahora a otros sacerdotes jóvenes y a los salidos de nuestras filas que fueron ordenados, para no perjudicarlos en estos tiempos de misericorditis.