Querida Amazonia: Demoledora

Querida Amazonia: Demoledora.                                              Por José Luis Corral

Texto íntegro de la Exhortación Apostólica "Querida Amazonia" del Papa Francisco 

Demoledora, maniqueísta, panteísta, mezcla de bien y mal, injuria a España, eleva a Doctores de la Iglesia a significados comunistas, terroristas, revolucionarios, progresistas, panteístas y darwinistas.


  

Temían muchos que la Exhortación Apostólica postsinodal referida al Amazonas incluyera la admisión de hombres casados al sacerdocio. No ha habido tal, pero ese tema no afectaba al dogma, pues el celibato, siendo un bien inmenso, no es en sí mismo un dogma de fe, y su dispensa ocasional habría sido un mal terrible, sino un error fácilmente subsanable en el futuro.

La Exhortación se fija en la atención pastoral a las comunidades más alejadas y desatendidas, buscando remedio en una mayor participación de los fieles, pero sosteniendo que el Sacerdote es el encargado único de presidir la celebración, así como el perdón de los pecados y la unción de enfermos.

Pero no acierta en proponer el Culto Eucarístico que puede tener lugar sin que en ese mismo momento se celebre el Santo Sacrificio, para el que no haría falta la presencia del sacerdote, pues la Eucaristía es Sacrificio y es Sacramento. Sólo el Sacrificio está reservado en exclusiva al sacerdote.

Además, hay cosas tan sencillas de remediar como impedir que miles de sacerdotes de aquella zona emigren a Europa y Estados Unidos. Y utilidades tan simples como utilizar todos los medios de transporte moderno, desde helicópteros y avionetas a lanchas y canoas fluviales o todoterrenos como vehículos. No parece ser que cosas tan elementales se les haya ocurrido a tantos sabios reunidos y aconsejando dentro y fuera de la reunión. 

Una Arcadia Feliz

La Exhortación nos presenta una Arcadia Feliz, propia del buen salvaje de Rousseau. Todos los pueblos que la habitaron y la habitan, los primitivos, son buenos por naturaleza. No hay contrastes ni contrapuntos, no hay hechicería, ni magia, ni poligamia, ni sacrificios humanos, ni enterraron vivos a los criados y mujeres con los caciques muertos.  

Y llegó el Hombre Malo 

Y llegaron los malos; o sea, los blancos; o sea, España. Dominaron, arrasaron y explotaron. Y después también. Y ahora también. De forma que no se sabe muy bien cuándo sucedieron las cosas. Es como mezclar la España católica con la España abortista.

Concretamente, la explotación del Amazonas de forma industrial para extraer sus riquezas, empieza con la "Fiebre del Caucho", ya a mediados del sigo XIX, en esos países independizados por Bolívar, uno de los santones de tantos revolucionarios como Chaves y Maduro. Cuando ya no estaba España.

Pero antes, estando España todavía, el jesuita Bergoglio, Papa Francisco por la Gracia de Dios, tiene que saber muy bien qué pasó con las reducciones jesuitas del Paraguay, que explica en parte la película "La Misión" . Sí, fue el gobierno español, pero el gobierno español de los masones que rodeaban a Carlos III, los mismos que abolieron la Compañía de Jesús, expulsaron a los jesuitas y confiscaron sus bienes. Y el gobierno portugués del Marqués de Pombal, igualmente masón.

Todo esto lo resuelve el Papa Francisco recordando las Leyes de Indias y las Exhortaciones papales protegiendo a los nativos y prohibiendo que se les esclavizara y citando un par de misioneros como Santo Toribio de Mogrovejo y San José de Anchieta. Pero en el contexto de la "Querida Amazonia" constituyen más bien la excepción, en consonancia con sus discursos en la visita apostólica que hizo en 2015 a Sudamérica.

La explotación de la selva

Tampoco hay matices en la condena de la explotación y la rapiña de los bosques, el agua y la tierra. El documento tiene pasajes bellos, que podemos suscribir, donde se condena el capitalismo sin escrúpulos, sin llamarlo así. Pero ¿de verdad no ha habido beneficios para mucha gente con la explotación de la selva? ¿No se han creado puestos de trabajo ni se han facilitado bienes de consumo y alimentos a multitud de gentes de todo el planeta con la explotación y cultivo de esas tierras fértiles? Pues no, no hay contrastes. Todo es maniqueo. Los indígenas son siempre buenos, modélicos y ejemplares y los colonos siempre malos, ladrones, criminales, violentos, codiciosos, explotadores y violadores.   

El panteísmo y el ecologismo

Hay una constante invitación a dar un cierto culto a la Madre Tierra, una especie de panteísmo que quiere sintonizar con los cultos ancestrales paganos.  

Asimismo, hay una constante idealización de los principios ecologistas, apostando en favor de ciertas teorías que sólo son teorías, así como de soluciones técnicas más apropiadas para la política contingente y discutible que para los sagrados principios religiosos.

La buena doctrina como continente

El veneno de los errores va envuelto en un continente de buenas palabras y doctrinas que lo hacen apetecible. Dos citas a Santo Tomás y una a San Vicente de Leríns, algún pasaje bíblico, bellísimas expresiones: "No cortéis las alas al Espíritu Santo". Preciosas también algunas cosas sobre la Eucaristía, Nuestro Señor y la Virgen María.

La autoreferencialidad

Como fuente de autoridad, el Papa se cita a sí mismo en la mitad de las notas, "Evangelii Gaudium", "Laudato si", "Gaudete et exsultate", cartas y discursos suyos. Algo de San Juan Pablo II y de Benedicto XVI. Es decir, todo es doctrina nueva, sin apoyo de la Tradición, que según él "no es conservar las cenizas, sino mantener el fuego encendido" ¡qué bonito!

Los nuevos Doctores de la Iglesia: comunistas, terroristas, ecologistas, darwinianos, progresistas, liberales, revolucionarios:

Hasta ahora, las Encíclicas y Exhortaciones citaban las Sagradas Escrituras, a los Padres de la Iglesia y a sus Doctores, a Santos eminentes por su vida y su doctrina.  Lo que sorprende, escandaliza y confunde es que ahora sean jurados enemigos de la Iglesia, gente amoral y corrompida, ateos, agnósticos y anticristianos los que sean citados en un Documento Pontificio, no para ser condenados, como antaño, sino alabados y enaltecidos, haciendos propias de la Cátedra de Roma las palabras de aquellos enemigos o cuanto menos, extraños a Cristo.

Veamos algunos de ellos:

Jorge Vega Márquez es un poeta socialista revolucionario que elogia y canta al Comandante Che Guevara en sus poesías.

Amarilis Tupiassú fue una activista del grupo guerrillero terrorista Acción Libertadora Nacional en Brasil, en 1968.

Yana Lucila Lema es una divulgadora de la cultura indígena con poesías a la Madre Tierra, la Pachamama, y relaciones con la Universidad Comunista de La Habana.

Evaristo Eduardo de Miranda es un agrónomo y biólogo con sus particulares teorías donde identifica lo sagrado con la naturaleza, mientras ironiza sobre  la Biblia y las costumbres de los católicos.

Juan Carlos Galeano, un poeta colombiano que disparata con pseudopoemas inspirados en antiguos relatos amazónicos. Similar a Javier Yglesias, sólo que éste es peruano.

El premio Nobel Mario Vargas Llosa es un típico producto mundialista que ha tocado todos los palos políticos, declinándose últimamente por el liberalismo, aunque ha estado bien en su oposición a la independencia de Cataluña, lo que de ninguna manera le convierte en un Padre de la Iglesia, a pesar de sus varios matrimonios y aventuras sentimentales.

Euclides da Cunha fue un naturalista darwiniano brasileño que murió el 15 de agosto de 1909, cuando intentó matar a un teniente que era el amante de su esposa, quien le disparó en defensa propia. Describe de forma bonita el río Amazonas, pero tampoco parece un Padre de la Iglesia.

Pablo Neruda, en realidad el judío Ricardo Eliécer Neftalí Reyes Basoalto, comunista, denigrador de España en su Canto General, tampoco parece un modelo a señalar.

Él mismo llamaba a sus deposiciones literarias “poesía impura”, por la cual recibió el Premio Stalin de la Paz en 1953. Para agradecerlo, publicó una elegía a Stalin en su poema “La rosa y el viento”:
Camarada Stalin, yo estaba junto al mar en la Isla Negra,
descansando de luchas y de viajes,
cuando la noticia de tu muerte llegó como un golpe de océano.
 Lenin recibió de los zares
telarañas y harapos.
Lenin dejó una herencia
de patria libre y ancha.
Stalin la pobló
con escuelas y harina,
imprentas y manzanas.
Stalin desde el Volga
hasta la nieve
del Norte inaccesible
puso su mano y en su mano un hombre
comenzó a construir.
Las ciudades nacieron.
Los desiertos cantaron
por primera vez con la voz del agua.
Los minerales
acudieron,
salieron
de sus sueños oscuros,
se levantaron,
se hicieron rieles, ruedas,
locomotoras, hilos
que llevaron las sílabas eléctricas
por toda la extensión y la distancia.
Stalin
construía.

Reproduciré la poesía concreta que aparece para que todo el mundo se pueda asombrar de que tantas tonterías en tan pocas palabras se puedan poner en un texto pontificio:

 «Amazonas
capital de las sílabas del agua,
padre patriarca, eres
la eternidad secreta
de las fecundaciones,
te caen ríos como aves…».^[54]  Pablo Neruda, «Amazonas», en Canto General (1938), I, IV.

Capital? Silabas del agua? Padre patriarca? Eternidad secreta de las fecundaciones? Caen ríos como aves? Poesía no, chifladura concatenada de tonterías sin sentido. Ni rima, ni ritmo, ni belleza, ni nada. Tonterías, nada más que tonterías. Puestas en el mismo Canto General que ofende a España. Quizá por eso le sea tan grato a Francisco, que repite lo mismo.

Y el inevitable obispo Pedro Casaldáliga, español de Barcelona, ordenado en Montjuich en 1952 en el multitudinario Congreso Eucarístico con la presencia distinguida de Franco y su esposa, ordenado ese día junto con otros 818 sacerdotes. Yo mismo, engendrado ese año, me considero un fruto de aquel Congreso.

Con Vinicius de Moraes, famoso autor de bossa-nova, que matrimonió o lo que sea 7 veces y tuvo 10 hijos, la Exhortación asegura que "la salvación está sólo en la poesía". 

Más bonito todavía:

Si entramos en comunión con la selva, fácilmente nuestra voz se unirá a la de ella y se convertirá en oración: «Recostados a la sombra de un viejo eucalipto nuestra plegaria de luz se sumerge en el canto del follaje eterno».^[76] Esta conversión interior es lo que podrá permitirnos llorar por la Amazonia y gritar con ella ante el Señor.

La cita es de Sui Yun, china nacida en Perú, autora de “Rosa fálica”.

Con lo fácil que hubiera sido recurrir al Estado Católico, la Reforma Agraria, la conversión de zonas áridas en un vergel que da de comer a toda Europa, como Almería, el Instituto Nacional de Colonización, Girón, Arrese, Dionisio Martín Sanz y Onésimo Redondo.
Y los Coros y Danzas de la Sección Femenina y el recetario de cocina. Pero me temo que entonces sí habría escandalizado.