Desde Montjuich al Tibidabo y por toda la Ciudad Condal, el 12 de Octubre, Día de la Hispanidad, ha sido un día de patriotismo español sin complejos, prolongado al domingo 13. El Movimiento Católico Español y Acción Juvenil Española no podían faltar a esta cita en el sitio donde más duele, donde la Unidad de España está más amenazada en estos momentos, en Barcelona. Y entre las diversas convocatorias eligió la más tradicional y auténtica, la montaña sagrada que los romanos dedicaron al dios Júpiter, de donde toma su nombre, donde se yergue la fortaleza que defiende la ciudad, lugar donde perecieron muchas de las 8.000 víctimas inocentes, caídos por Dios y por España, durante el dominio republicano del año 36 al 39.
La jornada patriótica comenzó con una marcha desde la Plaza de España, encabezada por una pancarta de DNJ, con Gonzalo Martín al frente.
La Falange, liderada por Manuel Andrino, encabezaba con su pancarta el segundo sector de la manifestación.
Al llegar a la Plaza de San Jorge, una estelada separatista quedaba en el suelo y al llegar los manifestantes la quemaron.
Dn colocó un puesto de camisetas y otro de bebidas refrescantes, que se agradecieron mucho en un día tan espléndido y soleado como el que se vivió.
La escuadra de servicio de Acción Juvenil Española, con su Jefe Nacional, José Luis Corral, al frente, ofreció sus calendarios, lotería y recuerdos patrióticos habituales, además de unas nuevas camisetas que llamaron mucho la atención.
Las banderas de España, flanqueadas por las propias del Movimiento, daban color y alegría al sitio.
El puesto fue visitado durante toda la mañana y pudimos saludar a muchos amigos y camaradas, además de lograr algunas afiliaciones de jóvenes nuevos y recaudar un dinero que viene bien para sufragar los gastos de propaganda y ayudar también al costo del propio acto.
El acto fue presentado por Enrique Lemus e intervinieron Luis Mateos, Manuel Andrino, Vicente Estarelles y Miguel Blasco, en el uso de la palabra cuando se graba esta fotografía.
El público asistió atento a los discuros y aplaudió con fuerza en muchos momentos.
Al final, el Himno Nacional para cerrar el acto con toda dignidad.
Por último, el Juramento a la Bandera que también se ha hecho tradicional en este acto. Se jura defender a España, no al orden constitucional como dice el texto de esas juras civiles que se prodigan con el beneplácito del poder constituido.
Pero la defensa de la Unidad de España no se quedó sólo en Montjuich. Nosotros la llevamos hasta el Tibidabo, en el otro extremo de la ciudad.
Por el centro de la ciudad, Plaza de Cataluña, Vía Layetana y otras calles céntricas, el españolismo también hizo acto de presencia, con un predominio constitucionalista, aunque también había banderas inequívocamente tradicionales como la del Sagrado Corazón de Jesús y la de la Tradición.
Se notó la presencia de Vox, muy en auge últimamente.
Y Simón de Monfort, el Cruzado Español del siglo XXI, presentó su libro.
Un abrazo Hispanista desde Chile.
ResponderEliminarArriba España UNA, GRANDE, LIBRE.
Santiago y cierra España.