Una gran formación de abanderados en lo alto de la escalinata dio realce y colorido al acto, enmarcando los discursos, himnos y poesías.
El acto comenzó con el Toque de Oración por los Caídos.
A continuación, se reprojo el Parte Oficial de Guerra que anuncia la Victoria.José María Permuy tomó la palabra para soltar un brillente alegato en defensa de nuestra Fé Católica y la seguridad en la Victoria cuando seguimos a Cristo.
Manuel Machado se hizo presente con su "Bienvenido, Capitán".
Pablo Gasco leyó un mensaje de salutación, ahesión y reafirmación en nuestros ideales de Jaime Serrano de Quintana, Presidente de "Gerona Inmortal".
Siguió luego con su propio discurso, un profundo alegato en defensa del Alzamiento y del Régimen de Franco, denunciando la traición que lo cambió por esta Democracia actual, fuente de infinitos males que nosotros nos atrevemos a denunciar.
La palabra se volvió poesía para recordar a José Antonio Primo de Rivera, el Caído por antonomasia, el iluminado pensador, el forjador de una doctrina y una Falange para salvar a España.
Se agotó la megafonía, pero no la necesito el mejicano Eduardo Vital para vibrar con nuestros ideales, defender la Hispanidad, recordar el nexo de unión entre la Guerra Cristera de 1926-1929 y la Cruzada Española de 1936-1939, así como su común devoción por Cristo y Nuestra Señora.
Juan León rememoró a las dos grandes figuras que han quedado para el recuerdo agradecido de los buenos españoles, Francisco Franco y José Antonio Primo de Rivera.
José Luis Corral cerró el turno de oradores con un breve discurso para agradecer a Dios, los ángeles, lo mártires, los héroes y los santos la Victoria. Para recordar que fue una Victoria por las armas, para advertir que los vencidos de ayer quieren retomar su tarea destructiva donde la dejaron un 1º de Abril de 1939, prometer fidelidad a los ideales de la Cruzada y la restauración de la España Imperial, la Justicia Social, la Moral Nacional y todos los monumentos derribados, restaurando el Arco de la Victoria y colocando en el centro de su arco una estatua ecuestre del Generalísimo Franco.
La riada inmensa de coches vio con asombro, no exento de alegría en unos casos, la mayoría, y rechazo en otros pocos. También tuvimos cerca un grupito minúsculo de alborotadores al que la policía hubo de llamar la atención.
El acto concluyó, tras el toque de atención de la corneta, con el canto de "Oriamendi", "Cara al sol" y el Himno Nacional con la letra de Pemán.
Para terminar, la Jura de Bandera y la foto final.
Puede verse el vídeo casi íntegro en el siguiente enlace:
Es MANUEL Machado, no Antonio Machado. Antonio era el rojo.
ResponderEliminarCierto, gracias.
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