El Padre Tiburcio Arnáiz Muñoz, jesuita, fundador de las Misioneras de las Doctrinas Rurales, fallecido el 18 de julio de 1926, ha sido beatificado en la Catedral de Málaga, por Decreto del Romano Pontífice, el Papa Francisco, leído por su Delegado, el Cardenal Becciu, Prefecto de la Congregación para la Causa de los Santos.
Tras la lectura, el lienzo blanco que cubría la imagen del beato fue levantado, entre aplauses y un solemne Aleluya.
Al Cardenal Becciu acompañaban, entre otros, el Cardenal Fernando Sebastián, el Obispo de Málaga, Monseñor Catalá, el Arzobispo de Granada, Monseñor Javier Martínez, el de Córdoba, Monseñor Demetrio Fernández, el Auxiliar de Madrid, Monseñor Martínez-Camino y el Nuncio, Monseñor Fratini, entre otros, concelebrando un centenar de sacerdotes y asistiendo una veintena de seminaristas.
Las vistas panorámicas, aunque de menor calidad al detalle, dan una buena idea de la plenitud del momento, con la Catedral abarrotada.
También las calles se prepararon con pantallas y sillas. Se expidieron más de 11.000 acreditaciones, aparte de los que llegaron sin ellas. El tiempo fue deslucido, pero sobre la capital no cayó el diluvio que se pronosticaba.
El Cardenal Becciu en su homilía habló de la necesidad de confesar públicamente a Cristo para ser salvados. Por eso, el ejemplo del Padre Tiburcio Arnáiz es el camino a seguir por todos y se propone como ejemplo de vida.
También en el interior de la Catedral había pantallas gigantes para facilitar la visión desde todos los puntos de la grandiosa catedral renacentista.
Mucho fervor en los asistentes, en buena parte familiares de las Misioneras de las Doctrinas Rurales, así como las mismas religiosas y muchos miembros de las Uniones Seglares de Barcelona, Castellón y Madrid. También de la Adoración Nocturna de Málaga y otras asociaciones piadosas de la Diócesis.
La Hermana Leticia, Superiora de las Misioneras, dio las gracias al final a cuantos han facilitado el éxito de este gran acontecimiento.
Una vista al final, con el coro al fondo.
También llegaron delegaciones de muchos pueblos donde las Misioneras ejercen su labor. En muchos de esos pueblos también predicó, confesó, celebró y animó el Beato Arnáiz.
Algunos asistentes, a la salida de la Catedral.
No hay comentarios:
Publicar un comentario