Tras depositar las 5 rosas simbólicas y cantar el "Yo tenía un camarada", Pablo Gasco de la Rocha ha glosado la figura egregia de este hombre ilustre, cuya sangre sirvió al fin para remover la conciencia de una España que supo ser fiel a sí misma y defenderse contra la agresión permanente de una II República que caía en el sectarismo, la violencia y el crimen en cuanto tenía el poder.
Su asesinato no fue un hecho accidental, casual, aislado. Formaba parte de una conducta revolucionaria violenta, incivil, dispuesta a acabar con la España de siempre y con cuantos la defendieran, desde la Iglesia hasta los militantes de los partidos que no fueran de izquierdas. Por eso fueron también a por Goicoechea y Gil Robles, sólo que a ellos no los encontraron. Si no, les habrían dado la misma muerte, porque ese era su propósito, preparado desde hacía tiempo.
Por su parte, José Luis Corral recordó sus célebres frases: "Prefiero una España roja antes que rota", porque bien sabía el genial hombre de Estado que una infección ideológica pasará, pero la ruptura de la unidad nacional puede ser definitiva e irremediable. También aquello de "Podéis quitarme la vida, pero más no podéis. Y prefiero morir con honra que vivir con vilipendio".
Calvo Sotelo no fue solo una mente privilegiada, el número 1 de las oposiciones a Abogado del Estado con una nota que nadie ha conseguido igualar, el gran proyector de las autonomías municipales y regionales, el eficaz ministro de Hacienda que facilitó la reconstrucción nacional y las obras públicas durante la Dictadura de Primo de Rivera, el creador de la CAMPSA, del Banco Hipotecario y el de Crédito Local. Fue además un hombre entregado y volcado con España, que murió a los 43 años en plenitud de vigor e inteligencia. Es una prueba de la maldad de una izquierda fratricida, criminal y corrupta, que vuelve por sus fueros en este tiempo en el que nos ha tocado vivir.
Nosotros, que nos honramos con llevar la misma bandera verde y la misma Cruz de Santiago en Roja que llevara Renovación Española, estamos dispuestos a seguir su ejemplo, dándolo todo por España.
El Himno Nacional puso fin a la ceremonia.
Después fueron visitadas otras tumbas y monumentos funerarios a otros patriotas, comenzando por los voluntarios alemanes de la Legión Cóndor y el General Millán Astray, fundador de la Legión.Después, los Caídos del Cuartel de la Montaña, la primera gran matanza de la guerra civil. Porque es muy importante precisar quién comenzó primero, quién asesinó primero. No se puede igualar la muerte de los inocentes con la de los culpables.
Por último, la División Azul, que un 13 de julio partió hacia los campos del honor, en la estepa rusa.
Muy pertinente homenaje. Gracias.
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