Un modelo de terrorismo informativo, el Digital "Público".
Por José Luis Corral
El Digital "Público" publicó ayer un artículo escandaloso y malintencionado. En la más fiel práctica leninista de "contra los cuerpos la violencia, contra las almas la mentira", el articulista Joan Cantarero intenta intimidar a los que ejercen legítimamente su derecho de asociación, expresión y manifestación. No tanto a los tildados de "fascistas", que bien sabe que somos inasequibles al desaliento, sino a quien da un servicio como oficiar una misa o servir una comida.
Estos comunistas no quieren dejarnos ni rezar ni comer.
Es un ejemplo acabado de su sentido de la libertad. Basta colgar el sambenito, ahora neonazi o fascista, para que todas las invectivas y dicterios sean proyectadas contra los acusados. Además, en la lógica "Rodrigo Lanza", las víctimas se convierten en los culpables y los culpables en víctimas.
Culpable es el policía que quedó parapléjico. Culpable es Víctor Láinez por llevar unos tirantes con la bandera de España.
Culpables de ser fusilados fueron Víctor Pradera, Ramiro de Maeztu y Manuel Delgado Barreto, en la sibilina lógica del plumífero digital.
Culpable fue José Luis Corral en 1981 por ser de una entidad legal, Fuerza Nueva, detenido dos veces en el mes de junio, cuando arreciaba la persecución contra el patriotismo tras el 23-F, por haber recibido no menos de 300 golpes en la Dirección General de Seguridad a manos del inspector nro. 10.813 y su comisario jefe. Y vuelto a detener con el pretexto de José Luis Cuadrado, un joven al que no se le demostró ninguna acción terrorista. Y mucho menos que José Luis Corral tuviera nada que ver. Los policías podían detener a su antojo con la Ley Antiterrorista. Pero los jueces no apreciaron ningún delito y ni siquiera encausaron ni juzgaron a José Luis Corral. Libertad incondicional.
José Luis Corral, un ciudadano que no ha cometido ni un sólo delito en su vida, cosa que no todo el mundo puede decir. Porque los delitos los acreditan, confirman y castigan los jueces, no las detenciones policiales. Y José Luis Corral tiene un historial limpio, sin un solo antecedente.
Culpable es también Manuel Canduela, porque fue condenado por ¡¡¡ Asociación ilegal !!! en un sistema que proclama a voz en grito la Libertad de Asociación.
Y lo de Josep Alsina no tiene nombre, claro. ¡Mira que fundar "Sociedad Civil Catalana" y atreverse a afirmar que determinadas prácticas biológicas son inmorales ! ¡Culpable!
Más culpable que ninguno resulta ser Pedro Chaparro, que este sí que ha sido condenado, sí, aunque la Justicia no ha dicho su última palabra, que está ahora en boca del Tribunal Constitucional. A más de dos años, junto a la madre de su niño chiquitín, ambos dos por entrar con una docena más de patriotas españoles en un local de libre acceso, antes de que empezara un acto cuando la Diada de 2013, cuando se dio el pistoletazo de salida al "Procés", durante UN MINUTO, gritando "No nos engañan, Cataluña es España" y "Catalanidad es Hispanidad". ¡Intolerable!
Mientras, la extrema izquierda sindical, política y multigrupal interrumpe actos institucionales como el de la Toma de Granada durante años consecutivos, bloquea al Parlamento catalán entero, hacen escraches, acorralan a la policía, los piquetes obligan a la huelga, se ocupan fincas y edificios, sin que ello merezca condenas ni preocupe a los de "Público".
Más intolerable es que Pedro Chaparro en un discurso señalara a uno de estos fotoperiodistas acostumbrados a fotografiar y señalar después sus objetivos a la extrema izquierda, un tal Jordi Borrás. De los que le gustan a Cantarero, como su amiguete Xabier Vinader, que hacía la misma tarea para "Interviú", recién cerrada, en las Vascongadas asoladas por ETA. Con posterioridad a la publicación de dichos reportajes, en diciembre de
1979, la organización terrorista ETA Militar asesinó a Jesús García
García, propietario del bar Yon-Cola, y a Alfredo Ramos, propietario del
bar Stadium, de Baracaldo, cuyos nombres se citaban en dichos
reportajes, al hablar de las supuestas tramas ultraderechistas en el País Vasco. Pues otro año de cárcel más que sumar a la condena anterior.
Así que Pedro Chaparro, además, neonazi. Porque lo dice Cantarero. Pues otros muchos piensan que es uno de los más esforzados y sacrificados patriotas españoles. Y quieren pasar un rato con él rezando y comiendo juntos. No lo pueden consentir los demócratas como los de "Público".
Otro detallito de la profesionalidad del articulista es cuando se refiere a la Misa, diciendo que es "por los Caídos". Aun siendo honorabilísima tal intención, jamás los "Círculos San Juan de amigos de la Prensa Católica y Patriótica" han encargado misas por ese motivo, sino en honor de San Francisco de Sales y en sufragio de los fallecidos de los Círculos. En este año serán por Blas Piñar, Jesús Flores Thíes y Sigfredo Hillers.
Joan Cantarero
Ya que le gusta hacernos propaganda, vamos a devolverle el favor.
Joan Cantarero (cuyo nombre real es Juan Antonio Cantarero Sanz),
Después de vivir durante cuatro años cobrando un sueldo de la
Asociación Nacional de Empresarios de Locales de Alterne, donde hacía
llevaba el gabinete de prensa, Juan Antonio Cantarero Sanz (Joan
Cantarero), fue expulsado de dicha asociación ANELA por su incompetencia
y falta de profesionalidad. Y en venganza, el supuesto periodista de
¿investigación? arrambló con la documentación de que disponía del
gabinete de prensa de ANELA y escribió un nuevo libro basura donde
pretende demostrar la supuesta relación de esta asociación empresarial
con partidos políticos patrióticos.
ANELA publicó entonces la siguiente nota:
1º.- Juan Antonio Cantarero Sanz, fue desde el 6/2/2001 y hasta el 8/7/2005 jefe del gabinete de prensa de ANELA; tras su cese, causado exclusivamente por su incompetencia, presentó una reclamación por despido ante la jurisdicción social en la que pedía ser readmitido. Su demanda fue desestimada por Sentencia de fecha 14/12/2005 del Juzgado de lo Social nº 6 de Valencia (autos nº 726/05), confirmada por Sentencia nº 1789/2006 de fecha 24/5/2006 de la Sala de lo Social del TSJ de la Comunidad Valenciana, no concediéndosele, además, indemnización de ningún tipo.2º.- En el libro y reportajes que se están realizando con motivo de su publicación, se atenta gravemente contra el derecho al honor, la intimidad personal y familiar y la propia imagen de muchos profesionales (abogados, médicos, publicistas) cuya relación con ANELA es únicamente profesional; exactamente lo mismo que hacía el Sr. Cantarero hasta que fue cesado. Y precisamente, todos ellos fueron parte como letrado y testigos en el juicio de despido que perdió. 3º.- Si el hecho de haber trabajado para ANELA convierte a cualquiera en uno de “los amos de la prostitución” el primero de la lista debería ser el propio Sr. Cantarero que durante todo el tiempo que estuvo desempeñando su cargo apareció repetidamente ante los medios de comunicación defendiendo la legalización de la prostitución.4º.-La información facilitada fue obtenida durante el desempeño de su cometido como jefe de prensa, con flagrante vulneración del deber de secreto profesional, lo que al margen de que deontológicamente sea deleznable, constituye un delito previsto y penado en el art. 199 del Código Penal. Las informaciones proporcionadas por el periodista en cuestión están viciadas de origen y trufadas de ánimo vindicativo.5º.- Consecuencia de todo ello es que el Sr. Cantarero y los medios que le están dando acogida se enfrentan, de momento, a varias demandas por vulneración del derecho al honor y otras tantas querellas criminales por calumnias y revelación de secretos. El tiempo y la Justicia pondrán a cada uno en su sitio.6º.- Habiendo tenido siempre como norma por ANELA la transparencia y la facilidad a los medios de comunicación para conocer y valorar el mundo del alterne, se ofrece a dichos medios para si lo consideran necesario rebatir e informar de las falacias e insidias del citado individuo en cualquier modo y lugar.
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