El hispanista
Eduardo Vital ha estado en Valladolid, en la sede de
Democracia Nacional, un lugar bautizado como
"El Alcázar" y que cuenta con una zona de bar y esparcimiento y otro salón para las conferencias y actos. Fue presentado por
José Luis Corral.
Con motivo del V Centenario del Descubrimiento de Méjico por Hernández de Cordoba en 1517, Eduardo Vital explicó la situación de los pueblos primitivos y la situación psicológica de los españoles, forjados en 8 siglos de Reconquista, que los hacía ser el único pueblo capaz de llevar a cabo una empresa de tanta envergardura.
La Conquista de Hernán Cortés, personaje épico y de gran capacidad militar, diplomática y organizativa, la Evangelización, la creación de un Nuevo Mundo lleno de catedrales, universidades y ciudades perfectamente alineadas, modelo de urbanismo. 300 años de Pax Hispánica, hasta que llegó la Independencia, que se produce en primer lugar como reacción a la invasión napoleónica en la Península Ibérica.
La Independencia se vería jalonada por luchas civiles, enfrentamientos y asesinatos, además de la peligrosa vecindad del gigante americano, que siendo mucho menor en territorio y habitantes, se apoderó de más de 3 millones de kilómetros cuadrados que pertenecían a Méjico.
Los mismos Estados Unidos impondrían gobiernos títeres masónicos, que se esforzaron por erradicar el cristianismo en Méjico. La persecución contra la Iglesia, a la que despojaron de todos sus bienes y a la que prohibieron tener órdenes religiosas, colegios y asistencia social, fue creciente.
Tras un periodo de relativa tranquilidad con Porfirio Díaz, volvió la Revolución de 1910 a 1920, con la Consitución laicista de 1917, que al querer ser aplicada radicalmente en 1926 obligó a la suspensión del culto católico, provocando el estallido de la Guerra Cristera, llena de hechos heróicos y gloriosos. La firma de los Arreglos puso fin al conflicto bélico, pero no a la represión, que se acentuó sobre los que se habían rendido, asesinado a los principales oficiales y combatientes cristeros.
Antes y después de la conferencia, camaradería y buen ambiente en la sede de Democracia Nacional.
Aprovechando el viaje, Eduardo Vital fue a conocer lugares tan emblemáticos como el Valle de los Caídos, que le impresionaron vivamente. Además, pudo oír la Santa Misa oficiada por la Comunidad Benedictina. Y visitar el cementerio de los monjes, donde están entre otros, el gran Fray Justo Pérez de Urbel y el Abad Aparicio.
Y también el Monasterio del Escorial, Octava Maravilla del Mundo, con su sello imperial, que tanta impronta dejó en toda la Hispanidad, la obra magna de España.
Al paso, un saludo en el lugar donde cayó Onésimo Redondo, Caudillo de Castilla, en Labajos.
Y al Santuario de la Gran Promesa, donde el Corazón de Jesús se apareció al Padre Bernardo Hoyos y le prometió que reinaría en España y con más veneración que en otras muchas partes. Los escudos nacionales con el águila, uno pintado y otro esculpido, lo recuerdan en el Altar Mayor.
Y donde están los nombres de 113.178 caídos por Dios y por España durante la Cruzada de 1936-39.
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