Un viaje por la Cristiandad (y X): Angulema, la Francia rural.

 ANGULEMA

Quisimos entrar en Angulema, recordando al Duque con ese título que llegó a España con los 100.000 Hijos de San Luis en 1823 para derrocar al régimen liberal y masónico que se había apoderado de la real persona de Fernando VII. A veces, el instinto nos engaña, a la vez que la fastidiosa práctica de prohibir la circulación por el interior de las ciudades nos impide ver lugares maravillosos. Eso nos pasó en Angulema, donde no vimos esta inmensa catedral románica, una de las 50 románicas de Francia frente a las 100 góticas, las más conocidas. Es la Catedral de San Pedro.

Un viaje por la Cristiandad (IX): Tours y Bourgues. Y un Príncipe de la Cristiandad: S.A.R. Don Sixto de Borbón

 

TOURS

Otra impresionante catedral gótica, la de Saint Gatien  (San Gaciano), en Tours. El ábside, donde confluyen sus 5 naves, sosteniéndose la central sobre arbotantes que descansan en las naves laterales, da buena idea de la solidez de este inmenso templo. De aquí era el famoso San Martín de Tours, que cuenta con un templo bajo su advocación.

Un viaje por la Cristiandad (VIII): Orleans, Blois

 

Orleans, con una impresionante catedral gótica de 5 naves. Relacionada con Santa Juana de Arco, es uno de los lugares más emblemáticos de Francia. En esta foto vemos una maqueta.

Un viaje por la Cristiandad (VII): París bien vale una misa. Y dos accidentes.

 

Llegamos a París al día siguiente de la reinauguración de Notre Dame. Pero no pudimos verla por dentro. Una procesión cortaba las calles y apenas pudimos verla desde fuera, por su fachada principal.

Un viaje por la Cristiandad (VI): Bolduque y Amberes

 

Ayuntamiento de Amberes, construido en tiempos de Felipe II, con su escudo en la fachada principal: De izquierda a derecha y de arriba abajo: Castilla y León, Aragón, las Dos Sicilias, Austria, Milán, Brabante, Borgoña y Flandes. Por entonces no estaba Portugal, que se incluiría en 1580.

Signo evidente de la presencia española en los Países Bajos, que permitió la pervivencia de la religión católica frente al acoso protestante.

Aquí se produjo el "saqueo de Amberes", la ciudad de los diamantes, en 1576, lo que llamaron "la furia española".