En una jornada pasada por agua, miles de españoles se dieron cita el 10 de mayo en la madrileña plaza de Colón para afirmar su españolía, defender la Patria y denunciar las muchas culpas del gobierno socialista y sus aliados separatistas y de extrema izquierda, incluidos los ex terroristas de ETA.
No faltó la bandera del águila, y no en solitario, que sigue normalizando su exhibición a partir de las protestas de Ferraz. Uno de los oradores, Marcos de Quinto, la saludó públicamente desde el micrófono diciendo que era bienvenida y que ese escudo es el que lucía en la Edición Magna de la vigente Constitución Española de 1978.
La concentración no sólo ocupó la Plaza de Colón y los Jardines del Descubrimiento, sino buenas partes de las calles Serrano, Goya, Armada Española, Paseo de la Castellana y calle Génova.
Aprovechamos para conceder una entrevista a un medio universitario.
La bandera que ahora luce a nuestras espaldas, desde el suelo, flameará gloriosa arriba, donde ahora lo hace un triste escudo mutilado.
Vista desde la calle Génova, parcialmente ocupada también por los manifestantes.Hubo más banderas del águila, y portadas por gente joven, aunque predominaron los mayores, los de siempre, los testigos de nuestra decadencia democrática.
Espectáculo multicolor de paraguas y banderas. Y unos breves vídeos para mejor valorar un acto que terminó con el Himno Nacional.
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