BOURGES
Fachada de la Catedral de
Bourges (el Burgos francés), en el centro de Francia, una de las más espectaculares de todo el gótico mundial, aunque sólo podíamos ver 3/5 partes, dado que las dos portadas de la derecha y su torre estaban en obras. Catedral de 5 naves sin crucero.
Así lucía antes de las obras, en todo su esplendor. Falta el remate en aguja de las torres, pero la fachada es colosal.
Y el ábside no despierta menos asombro, con sus arbotantes, esos brazos de piedra, primicia del gótico, que nacen aquí justamente, para poder sostener las altísimas paredes de la nave central y su cúpula.
Así estaba cuando llegamos, pues anochece en esta época a las 5 de la tarde. Ahí aparcamos el coche.
La noria, justo al lado. Las fiestas navideñas también se celebran aquí, como en toda la Cristiandad.
La entrada, por un lateral.
Las dimensiones de 118 metros de largo, 41 de ancho y 37 de alto. La girola es doble, doblando tras el altar mayor las naves 1,2,4 y 5.El pelícano, símbolo eucarístico, del ave que se pica el pecho para obtener sangre con la que alimentar a sus polluelos.
Pero hemos comenzado casi por el final. Vayamos al principio:
SEGOVIA
La primera parada tuvo lugar en Segovia. El Acueducto no es gótico, pero ahí están sus piedras, no menos garbosas en el Imperio Romano que en los tiempos del Gótico. Y no podíamos dejar de verlo.
Y ahí su gótica Catedral, adornada para la Fiesta de la Inmaculada. Una vista lateral del ábside.
Y la fachada principal, que mira cara a cara al Alcázar, con superioridad en la altura.
Y el monumento a los Héroes del 2 de Mayo de 1808 en Madrid,
Daoíz y Velarde, obra del genial escultor segoviano
Aniceto Marinas, el mismo de las imágenes que hay en el Santuario del Inmaculado Corazón de María de Ferraz, el mismo del monumento al Corazón de Jesús en el Cerro de los Ángeles, fusilado y dinamitado por los rojos en 1936. Dicen que esta de Segovia es su mejor obra.
Por doquier, iglesias, murallas y puertas. El Románico, que no se queda atrás.
Y la Plaza Mayor, epicentro de la vida ciudadana.
En el camino, el Castillo de
Turégano, con una iglesia dentro.
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Que maravilla
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