Burgos
Llegar a Burgos de noche y alojarse frente a la Catedral gótica, joya del gótico, un privilegio.Dentro, en una capilla grande, junto a la entrada, Misa de Santa Bárbara, con bastante público, cantada con coro y armonio.
El Cristo de Burgos, solitario en ese momento.El cimborrio, que se derrumbó en 1539, fue reconstruido. Era obra de Juan de Colonia, como las esbeltas torres de la fachada. El cimborrio, que corona el crucero del templo, le da un aspecto espectacular, de lo mejorcito del gótico europeo.
No se sabe si es más hermosa de noche o de día. Le faltan las grandes portadas góticas, que se deterioraron y fueron sustituidas a finales del siglo XVIII por estas otras más sencillas.
Así fue, según el Padre Flórez, la Catedral de Burgos.La fachada lateral sur, con el cimborrio y las dos agujas de la portada, dando esa imagen tan conocida e imborrable de la catedral burgalesa. Bajo él, en el Altar Mayor, la tumba del Cid y Doña Jimena.
Dentro, la Misa Capitular de los Canónigos, mucho menos concurrida que la de la noche anterior.
La catedral es de 3 naves, 84 metros de largo por 59 de ancho en el crucero.
El popular Papamoscas, que extiende el brazo y toca la campana cada hora.
De día sí resulta más hermoso el interior y se aprecian mejor vidrieras y rosetones.
Y el Arco de Santa María.
Alcocero de Mola
Seguimos camino pasando por Alcocero de Mola, donde murieron en accidente de aviación el General Mola y sus acompañantes. Un arco por cada uno de ellos y un altar al pie, destrozado por el vandalismo de signo izquierdista. Vandalismo que también se nota en los regenerados pinos, todavía carbonizados por algún incendio, seguramente provocado.Subsiste la torre con el nombre del General y el Escudo Nacional. Y la prolongada escalinata que une ambos conjuntos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario