Tampoco podía faltar la visita a la tumba de José Antonio Primo de Rivera, gloriosamente Caído por Dios y por España un 20 de Noviembre de 1936. No fuimos los únicos en recordarle, como atestiguan los numerosos ramos de 5 rosas cada uno, la corona de laurel y otros motivos florales. Junto a nuestro quinteto de rosas, nuestra oración y nuestro saludo. También para Pilar, en la tumba de al lado, y para Fernando, unos metros más allá. Y para todos los familiares allí enterrados. Se hizo cuanto debíamos hacer.Fotos de recuerdo de un día y un lugar entrañables. No todas, para no hacer interminable este reportaje. Nos reservamos los vídeos, como en ocasiones anteriores.
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