Resurrección y Victoria en el Arco del Triunfo

 

Un año más, el Arco del Triunfo se ha visto engalanado con las banderas de la Cruzada Nacional y ha escuchado las voces vibrantes y los himnos sonoros de patriotas españoles que no se resignan al olvido y a la traición. Cuando una mendaz y sectaria Ley de Memoria Democrática pretende lo contrario de lo que dice: tapar el recuerdo y actuar antidemocráticamente contra quienes recuerden, el Movimiento Católico Español y Acción Juvenil Española han vuelto a convocar para protestar por esa Ley perpetrada por los mismos partidos, las mismas siglas, que nos abocaron a la Guerra Civil, que perdieron y que pretenden ganar 85 años después reescribiendo la Historia.

Si en el Valle de los Caídos nos saludó la nieve blanca y pura como el más augusto Sacramento, aquí llegó la lluvia benefactora como una bendición antes del acto, para continuar las nubes su camino y dejarnos celebrar una ceremonia solemne y gloriosa, en consonancia con la celebración de la Resurrección del Señor, en vísperas del Día de la Victoria.

Comenzamos con el "Aleluya, el Señor es nuestro Rey", alzando el brazo cuando se dice: "Su Diestra le ha dado la Victoria, su Santo Brazo". Magistralmente llevados por ese gran tenor que es José María Permuy.

 

  

 

El primer orador fue un joven, Miguel Cebrián, voz vibrante y apasionada por una España mejor.

He aquí un breve fragmento de su intervención. Al final pondremos el acceso a los discursos íntegros desde Youtube.

Intervino luego Pablo Gasco, Director de "Siempre p'alante". Recordó la conmemoración del Día de la Victoria y a lo que nos obliga para el futuro.

Continuó José María Permuy, siempre desde una ortodoxia religiosa y política muy cabal y contundente. 

He aquí un fragmento de su intervención, que puede verse al completo, como las demás, en Youtube.

Por último, José Luis Corral, fundador y jefe nacional del Movimiento Católico Español y de Acción Juvenil Española. Una fuerte crítica a la Ley de Memoria Democrática.

Un momento de la intervención de Corral.

Todos los discursos en 21 minutos. Como debe ser, lo bueno, si breve, dos veces bueno. A la intemperie, con el tiempo revuelto, debe hacerse así. Y todos lo agradecen, menos los impuntuales que llegan media hora tarde, que también los hay.

Los Himnos merecen ser puestos por separado:

                                                       Toque de Oración y Oriamendi.

                                                                          Cara al sol.

                                                             HIMNO NACIONAL ESPAÑOL

Comenzó luego una Marcha por Rutas Imperiales. Toda la arquitectura es franquista, desde el Cuartel General del Aire y el antiguo Templo de los Caídos, luego Paraninfo y ahora Junta Municipal, hasta las viviendas que conforman la plaza rectangular y parte de la calle Princesa. Ladrijo rojo, piedras blancas y techos de pizarra negra. Arcos y soportales. Neoherreriano, o neoescurialense, o neoaustria, como se quiera denominar. Arte arquitectónico franquista, grandioso. 

La marcha transcurrió entre himnos patrióticos y consignas por el micrófono. Ahí se destacaron sobre todo Pilar Gutiérrez y Juan Molina, venido desde Granada. Hubo quienes vinieron de Gerona, Castellón y La Coruña.

La comitiva, muy vistosa y muy audible, bajó luego por Marqués de Urquijo hasta el Santuario del Inmaculado Corazón de María.

Ante la fachada cóncava y las escalinatas del Santuario terminó la conmemoración. José Luis Corral pronunció un breve discurso explicando la importancia de este lugar sacrosanto que se ha convertido en santo y seña de la resistencia cristiana y patriótica en España. Desde el Cristo del Consuelo que habló a San Antonio María Claret a todo el mensaje de Fátima y el Triunfo final del Inmaculado Corazón de María, la Revolución del Rosario que aquí vino a parar sin haberlo previsto nadie antes, salvo la Divina Providencia; y el arte franquista del monumento, erigido por Regiones Devastadas, similar al conjunto de la Plaza de Moncloa donde comenzamos.

El Astro Rey salió a saludarnos en su Ocaso e iluminó la portada principal del Santuario.

Así, la Jornada fue celebrada simbólicamente por los elementos: La Nieve, blanca y pura como la Eucaristía; la Lluvia como Bendición; Viento de Espíritu Santo para ondear las banderas; y el Sol para iluminarnos.

El Christus vincit clausuró el evento, que continuó luego con el ritual diario de este lugar, desde hace 150 días.

Algunos de los asistentes se hacen una foto de recuerdo.