En las preces se ha rogado por las raíces cristianas de España, para que se mantengan, así como por las almas de los allí sepultados, caídos de ambos bandos sin distinción durante la guerra civil.
Un centenar de personas se ha acercado a recibir la Sagrada Comunión, una asistencia notable en un día laborable y veraniego.
Con la misma solemnidad, los concelebrantes se retiraron al final de la Santa Misa.
Algunos de los asistentes se hacen una foto de recuerdo delante de la Basílica.
Y ante uno de los monumentales Escudos de España con el Águila de San Juan.
Una visita al recoleto cementerio de los monjes para rezar el Ángelus ante la imagen de la Virgen.
Unas cervezas en el porche de la Hospedería, frente a la Abadía, con el magnífico marco herreriano de los soportales clásicos.
Y la comida en la misma Hospedería, que ofrece unos menús de excelente calidad y módico precio, en un marco incomparable.
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