Se ha celebrado la Epifanía del Señor en la sede nacional del Movimiento Católico Español y de Acción Juvenil Española. La Manifestación de Dios a los hombres es la razón de ser de nuestro movimiento. Darle a conocer, la salvación de las almas, mediante la reconstrucción del orden natural querido por Dios para el mundo. Nosotros, desde la acción política, sin desdeñar la acción puramente religiosa y espiritual, que nos sirve de soporte.
José Luis Corral ha pronunciado un breve discurso a modo de reflexión, haciendo repaso al año que ha concluido y que para nosotros ha supuesto un año de brotes verdes, de nuevos militantes, de actos y reuniones recuperadas en la sede, coincidiendo con nuestro 40 Aniversario, que se cumple en estos días. Nos hemos convertido en el soporte del franquismo político y mantenemos los grandes actos como 1º de Abril, 18 de Julio y 20-N, además de otros actos en provincias como Alcubierre, Belchite o La Garrofa, y otros actos como el 2 de mayo y el recientísimo en favor de Polonia. Y hemos seguido colaborando con nuestra asistencia a manifestaciones provida, recuerdo y gloria de los mártires, protesta contra el sistema político actual, agravado por el totalitarismo extremista del gobierno social comunista que padecemos.
No sólo en Madrid, en provincias también se han producido incorporaciones en el año que ha transcurrido.
Claro está que contamos con la protección de Cristo Rey, de la Virgen y de los Santos, pero el Demonio no descansa y redobla sus ataques, con amenazas de ilegalización, con calumnias que propala gentuza sin escrúpulos, inútil e impotente, intentos de infiltración para quitarnos militantes, tentando con la indisciplina y la frivolidad a los propios, pero todo ello es que ladran, señal que cabalgamos. Y con un mando que vigila y ejerce la disciplina, todos esos ataques son vanos.
Sin embargo, los nuevos comprueban lo que llevamos viviendo los veteranos, que en nuestro movimiento, como en el Hogar de Nazaret, se crea un ambiente de patriotismo y religiosidad que promueven la camaradería, la satisfacción del deber cumplido, el gozo de conocer a nuevos y viejos militantes excelentes, el disfrutar de nuestros himnos y banderas, de nuestra sana doctrina, de revivir un pasado que se hace presente y que nos hace caminar con ilusión hacia el futuro, que nos depara nuevas victorias a las órdenes de Cristo Rey.
Por último, un ratito con el Chino Franquista, que cuando estamos juntos todo se nos hace poco y el tiempo pasa que es un primor.
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