Un año más, la Hermandad Nacional de Banderas de Falange de Aragón ha acudido en Peregrinación a la ermita de Codo, que fue uno de los puntos de combate en la Batalla de Belchite, que costó 3.000 muertos y que en este lugar fue defendido por una sección de requetés del Tercio de Montserrat, acompañados de algunos falangistas, que murieron en la lucha o fueron fusilados al ser capturados.
Con el apoyo del grupo
"Una, Grande y Libre", las delegaciones de la
Fundación Francisco Franco en Huesca, Zaragoza y Tarragona, del
Movimiento Católico Español y Acción Juvenil Española, así como falangistas de diversas organizaciones a título particular, el acto reunió a medio centenar de patriotas para participar en la Santa Misa y ofrendar las rosas simbólicas en la Cruz.
Se celebró la Santa Misa en el pórtico de la Ermita, según el rito de San Pío V, oficiada por el Reverendo Padre Ramiro Rivas.
El Padre Ramiro pronunció su alocución tras la Misa, para asegurar la continuidad sin interrupciones del Santo Sacrificio, por causa de las inclemencias meteorológicas y cualesquiera otras.
Alabó la buena disposición de todos los presentes, su compromiso y sacrificio, así como sus santos ideales, en tiempo de tantos males y confusiones como se dan en la sociedad y en la misma iglesia.
La Cruz Redentora y Banderas al viento.
Los asistentes se distribuyeron por toda la explanada, guardando en lo posible las distancias de seguridad que recomiendan las autoridades sanitarias. Al aire libre, con una suave brisa que proporcionaba un clima muy agradable. Justo al final, unas gotas caídas del cielo a modo de bendición.
Rogelio hizo un llamamiento al honor, al servicio y al testimonio que deben caracterizarnos.
Josete contó algunos detalles de aquellos que dieron su vida por Dios y por España en este lugar.
José Luis Corral habló de tiempos calamitosos y de nuestra Esperanza fundada en Cristo Rey de una Victoria que sucederá, cuando y como Él lo quiera. De la semejanza entre el Calvario y esta ermita del Calvario, donde hemos celebrado lo que allí se celebró y actualiza en cada Misa. Donde el misterio de la muerte está presente como el paso de una vida fugar a una vida eterna. De nuestros camaradas caídos, que están espiritual y realmente, aunque invisibles, con nosotros, en estos actos. Y de la necesidad de llevar estos ideales a nuestra vida, a nuestro comportamiento, para ser personas de bien, de verdad, de honor, de justicia, de honradez y de caridad.
Las banderas del Movimiento Católico Español y de Acción Juvenil Española estaban presentes, ondeando con aires de Cruzada.
Corral estuvo con su uniforme del MCE-AJE y con las insignias de Jefe Nacional, las tres conchas de oro con la Cruz de Santiago.
Nos dirigió unas palabras de salutación y agradecimiento el camarada Félix, que ha pasado largos meses hospitalizado por el covid. Hemos rezado mucho por él y nuestras oraciones han sido escuchadas.
También el General Coloma dijo unas palabras de elogio y de agradecimiento a los presentes, en nombre propio y de la Fundación Nacional Francisco Franco.
Tras unas palabras del Secretario de la Hermandad, a los sones del "Yo tenía un camarada" se colocaron las 5 rosas simbólicas en la Cruz erigida en su día por la Confederación Nacional de Combatientes.
Para terminar, "Oriamendi", "Cara al sol" e "Himno Nacional" con la letra de Pemán, pusieron digno colofón al acto.
Vinieron luego las fotos de recuerdo, en grupos pequeños y grandes, esas que luego se propagan por las redes disparando la proyección de estos actos.
Antes de la comida, una breve visita al pueblo viejo de Belchite, que muestra las heridas de la guerra en sus bellas iglesias mudéjares.
Comida de hermandad en un restaurante de un pueblo cercano.
Con la bandera nacional presidiendo.
Y algún recuerdo para quienes quieran unirse y no nos conozcan todavía. El mudéjar aragonés es un buen contraste.
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