Miles de madrileños, confinados sin poder salir de la capital, han acudido al simbólico acto de homenaje a la bandera nacional, que si ha resultado menos espectacular por no haber un desfile militar a lo largo de varios kilómetros, como sucede en la Castellana y el Paseo del Prado, se ha revestido de mayor solemnidad por el lugar elegido, en la Plaza de la Armería, entre el Palacio Real y la Catedral de la Almudena.
Se han coreado repetidamente gritos de "Gobierno dimisión" y Vivas a España, el Ejército, la Legión y la Guardia Civil. También al Rey, aunque estos últimos no fueron contestados por todos. También se oyeron cantos espontáneos del Himno Nacional, la Canción del legionario y del Novio de la muerte.
Y han sido abucheados los coches oficiales que se presume transportaban a gente del gobierno en coches negros con los cristales traseros tintados para no ser reconocidos los personajes.
A lo largo de toda la calle Bailén, frente a la Catedral y Palacio, aprovechando las aceras, las cuestas y los jardines, miles de españoles, familias enteras, grupos de jóvenes, han permanecido presentes gozando de mañana fresca, pero soleada y muy luminosa, con el espectáculo del paisaje monumental más apreciado de Madrid.
Se han visto numerosas banderas españolas, tanto bicolores como de la Cruz de San Andrés, antigua bandera española.La presencia juvenil también fue muy presente y vistosa, además de entusiasta. Los chicos no pararon de cantar, aplaudir o silbar y abuchear según fuera el momento.
Ni que decir tiene que se llevaron su correspondiente premio en forma de calendarios y pegatinas del MCE y AJE, que se repartieron por docenas hasta agotarse.
La Tradición y la Legión, unidas por el mismo mástil. También se vieron muchas banderas españolas con el Sagrado Corazón de Jesús.
Larra se quedaba extasiado con el cambio de gente. En vez de los turistas habituales en la zona, muchos madrileños, extrañamente enmascarados.La Legión fue aplaudidísima y los chicos cantaron la Canción del Legionario y el Novio de la muerte.
También la Patrulla Águila se llevó muchos aplausos al pasar a baja altura.
Y hasta la Guardia Municipal se llevó su cosecha de aplausos. Y los bomberos.
¡Viva la Virgen del Pilar! ¡Viva la Hispanidad! ¡Arriba España!
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