Un año justo después de la profanación de la tumba de Franco y del sacrilegio de la Basílica del Valle de los Caídos, el Movimiento Católico Español y Acción Juvenil Española han vuelto a los dos puntos físicos del acontecimiento: Cuelgamuros y Mingorrubio. Sendos ramos gemelos de 5 rosas rojas han sido depositadas en las tumbas de José Antonio Primo de Rivera y de Francisco Franco.
Ausente el cuerpo, queda el cenotafio, el lugar donde estuvo el cuerpo venerado del Caudillo de España, creador de este imponente conjunto monumental, la 9ª maravilla del mundo, muy cerca de la 8ª, que es el Monasterio del Escorial.
Muy poca gente este día, por causa de las totalitarias medidas impuestas, confinando a los madrileños y a otros millones de españoles. La Guardia Civil impidió que entraran los procedentes de Madrid capital, lo cual afectó al Jefe Nacional y a otros militantes, que habiendo llegado a la entrada fueron obligados a volverse.No obstante, como pasa la antorcha olímpica de mano en mano de los atletas, así las 5 rosas pasaron de mano en mano de los patriotas hasta alcanzar su objetivo, la tumba del mártir José Antonio, del líder, del creador de una doctrina preñada de justicia social, la que puesta en práctica por sus mejores hombres supervivientes de la gran matanza que cometieron los rojos, bajo las órdenes del Caudillo de España consiguieron una feliz etapa de prosperidad, paz, justicia y bienestar para todos los españoles.
La representación oficial del MCE y AJE posa luego ante el monumental Escudo de España, el más genuino y auténtico, el del Águila de San Juan. Hubo más patriotas, no obstante las trabas.
Luego, en Mingorrubio, ante el Panteón de Franco y de su esposa, Carmen Polo, se juntaron muchos más patriotas, aunque no se había hecho ninguna convocatoria grande, sino un encuentro, un gesto entre amigos y camaradas.
Sandra Gutiérrez, Carlota Sales, Pilar Gutiérrez, el General Chicharro, Francina Viñals y José Luis Corral, ante el frontal del Panteón.
También estaban otros conocidos del área patriótica, del franquismo más selecto y comprometido: Luis Felipe Utrera, que de parte de la familia facilitó la entrada en la cripta del Panteón para que fueran visitadas las tumbas del Generalísimo y de Doña Carmen; Jaime Alonso, Santiago Miláns del Bosch, Miguel Menéndez Piñar, el Coronel Manrique, Emilio de Miguel, Mari Luz Román, Álvaro Romero...Pilar Gutiérrez, recién salida el día anterior del hospital, no quiso faltar de ninguna de las maneras. Hizo su ofrenda floral y recitó una preciosa oración.
La rejería frontal, siempre repleta de flores, banderas y recuerdos, a cual más emotivo y significativo.La tumba de la Señora de Meirás ya no está sola. La acompaña la de su esposo, el Generalísimo Franco.
Oración en la cripta, ante la tumba.
Y oración en la entrada, todos juntos, pues abajo sólo se podía entrar en grupos reducidos por las actuales normas sanitarias.
Después, el "Cara al sol".
Y el Himno Nacional.
No podían faltar una visita y un responso ante la tumba del Almirante Don Luis Carrero Blanco, Presidente del Gobierno, vilmente asesinado por los terroristas de ETA, que jamás fueron juzgados por culpa de una amnistía dictada en los primeros momentos de la democracia.
Para rematar la jornada, unos cuantos camaradas quisieron acercarse hasta el Bar del Chino Franquista, el "Una, Grande, Libre", en Usera, para reponer fuerzas con el alimento y la bebida, además de solazarse en compañía de buena gente patriota que frecuenta tan original y bonito sitio. Con el obsequio de los almanaques de pared de 2021 y las pulseras patrióticas que manda fabricar Xian Chen.
No dejemos sin reseñar la visita al Cristo de El Pardo que hicieron los madrileños capitalinos que no pudieron entrar en el Valle. A cambio se gozaron de la magnífica imagen de Gregorio Hernández y de los cuadros de Lucas Jordán representando a San Fernando y otros pintores del Siglo de Oro, a la vez que rezaron el Santo Rosario. No hay mal que por bien no venga.
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