Me reconcilio con el Arzobispo de Oviedo

Tal y como anuncié públicamente, desde el 24 de Octubre, fecha de la exhumación del Caudillo de España, Francisco Franco, de la profanación de su tumba y el sacrilegio del lugar santo, ante la pasividad cómplice de los Obispos, dije que yo personalmente, sin invitar a nadie a hacer lo mismo, no volvería a ninguna ceremonia o acto presididos por un Obispo español, activo o emérito, ni del Obispo de Roma.

El Arzobispos de Oviedo, Don Jesús Sanz Montes, ha hecho unas declaraciones públicas en el diario "El Comercio" de Gijón, donde reprueba claramente aquel acto de lesa patria y de suma impiedad, que reproduzco en su parte fundamental:

–¿Qué le pareció la exhumación de Franco?

–Él no había decidido ir al Valle de los Caídos. No lo dejó en su testamento ni en ningún dictamen. Fue una decisión improvisada del jefe del Estado, que llevaba dos día siéndolo. Estoy leyendo una tesis doctoral sobre el Valle de los Caídos, me está sorpendiendo. Si hablamos de 'new fake', de esto se han dicho tantas mentiras, que no por repetidas terminan siendo verdad. El valle se construye como un espacio de reconciliación. Tuve un tío maestro cantero que trabajó en el valle como profesional de la cantería. Que hubo presos políticos también, sí señor. Pero estoy descubriendo en esta tesis que no eran personas, como hemos escuchado desde alguna tribuna, obligadas con trabajos forzosos, de una manera inhumana e indigna. Por tener, tenían hasta nómina y sus familias iban en vacaciones a disfrutar en las casas que había para los presos. ¿Qué es lo que a mi me ha parecido mal? Que se haya hecho conculcando el derecho de una familia, invadiendo el espacio exento de una basílica y censurando los debidos derechos que tenía una comunidad. Que Franco se puede cambiar, evidentemente,. Que se le podía exhumar, sin ningún problema, pero que lo decida la familia. No hagamos de Franco un arma arrojadiza, no pretendamos reescribir la historia ganando la guerra a un muerto. De Franco yo apenas me acordaba, por edad, y si preguntas a generaciones posteriores, no sabían quién era este señor. Había otro interés, era otra moneda la que se estaba cambiando, con unas elecciones que vinieron enseguida y luego parece que no salió tan bien.Por lo menos, no pudieron no comprar lo que creo que se quería comprar. Y cuando organizas decisiones judiciales para que eso salga así, estamos en el límite de perder el Estado de Derecho, y eso sí que me parece enormemente peligroso.

–¿Cree que se diseñó una decisión judicial?

–A las cuentas me remito. Dijimos, como Conferencia Episcopal, que nos atendremos a los que el Supremo dictamine. Y ahí estuvimos. Punto. Pero, ¿por qué el Supremo dijo aquello? ¿por qué la Abogacía del Estado dijo aquello? No soy intérprete de eso.

Declaraciones de Don Jesús Sanz a "El Comercio" 

El resto de declaraciones es igualmente instructivo, valiente y de clara ortodoxia.

A pesar de que me hubiera gustado que el señor Arzobispo hubiera sido más explícito respecto a la figura del Generalísimo Franco, me parece que lo dicho es suficiente para que yo le saque del particular entredicho en el que he colocado a todos los obispos españoles. Asi lo hago constar.

Aunque no puedo olvidar tampoco el trato inferido a la gran mayoría de los miembros de "Lumen Dei", que me parece muy injusto para ese glorioso instituto religioso. Y no puedo dejar de decirlo, porque el directamente responsable es él, como Superior impuesto por la Santa Sede.
Y aunque el Arzobispo de Oviedo no tuviera ni idea de ese entredicho en el que le puse junto a todos sus colegas episcopales, por mi propia conciencia y honor, como dicen los impresentables ministros que desconocen qué es la conciencia y qué es el honor, yo debía decirlo públicamente y lo digo, para quien interese.

José Luis Corral