Alcocero de Mola
En Alcocero de Mola hemos rendido homenaje al Director del Alzamiento Nacional, el General Emilio Mola Vidal, que organizó y dirigió el Movimiento salvador de la Patria desde Pamplona. Sin embargo, una vez iniciado, no quiso asumir la Jefatura del Estado, sino que fue de los que propusieron a Franco. El 3 de junio de 1937 falleció en este lugar, al tocar con este cerro la avioneta en la que viajaban, pereciendo él y sus 4 acompañantes.
La torre es el monumento emblemático que recuerda al General Mola. Se llega a él a través de una impresionante escalinata, actualmente comida por la hierba.
Adrián González, Jefe de la Falange palentina y Presidente de Tercios Aguilar, pronunció un discurso alabando las virtudes de tan gran jefe, ejemplar militar español. Luego leyó la proclama del General Franco desde África, llamando al Alzamiento y explicando la necesidad de emprenderlo para salvar a la Patria de las graves calamidades que padecía.
José Luis Corral explicó luego la grandeza heroica del 18 de Julio, inscrito con letras de oro en la historia patria, pero que además es el símbolo de unos principios políticos que tienen como columnas la Tradición Española y el Nacional-Sindicalismo y que fueron de gran trascendencia para construir un nuevo Estado libre de las lacras del liberalismo y del socialismo. Porque hay otra manera de hacer política, de edificar la economía, de encauzar la participación del pueblo, de fomentar la moralidad y la familia, de hacer una Patria Grande y Libre.
El acto terminó con el "Cara al sol", como no podía ser menos.
300 metros más abajo, en la ladera se encuentra un altar con 5 arcos que representan a los 5 caídos. El altar ha sido bárbaramente arrasado. Pero también allí se pusieron las banderas como recuerdo y homenaje.
En un lugar cercano, luego, en animada tertulia y camaradería, a 18º, envidiable temperatura para finales de julio.
San Roque de Riomiera
Junto a la Cruz de los Caídos de San Roque de Riomiera, un pequeño pueblo pasiego que conserva el recuerdo de sus muertos, no sólo durante la guerra, sino también después, por culpa del bandolerismo que siguió generando terror, muerte y robo durante casi una década.
De este pueblo fue Alcalde Vicente Ruiz Samperio, que se presentaba por Fuerza Nueva y le votaban casi todos sus vecinos durante 40 años. Algunas veces nos acompañó en los actos del 18 de Julio en Santander.
Al padre de Vicente Ruiz le mataron durante la guerra y cuando muchos años después volvió el asesino, Vicente le pegó un tiro, aunque no lo mató. Estuvo en la cárcel y luego continuó su vida rural.
La Cruz y la Iglesia forman un bello conjunto
El Restaurante de Vicente sigue funcionando, aunque ahora lo regentan otras personas.
Garabandal
Entre las montañas cántabras se encuentra el pueblo de San Sebastián de Garabandal, lugar de unas célebres apariciones marianas ocurridas entre 1961 y 1965, no reconocidas por la Iglesia Católica.
En este lugar se apareció el Arcángel San Miguel.
Y aquí el Sagrado Corazón de Jesús.
La primera aparición de la Virgen fue en este lugar.
Y aquí comienza el Vía Crucis, con el lavatorio de manos de Pilatos y Jesús coronado de espinas.
La campana del gran aviso.
Ciertas o no, un buen sitio para rezar el Santo Rosario, que es lo que hicimos.
El Ídolo de Peña Tú
En el camino, ya en Asturias, concejo de Llanes, nos encontramos este misterioso lugar, el ídolo de Peña Tú, lugar de culto prehistórico con algunas pinturas rupestres casi perdidas ya.
Y es que la Historia de España es muy larga y pródiga en acontecimientos y lugares, no todos descubiertos.
Gijón
La Universidad Laboral, El Escorial de Asturias
Dentro de Gijón merece una atención especial la Universidad Laboral, El Escorial de Asturias, una de las obras arquitectónicas más grandiosas del franquismo, quizá la segunda, tras el Valle de los Caídos. Su estilo es imperial, neoclásico y herreriano, con impronta propia.
Su inmenso atrio es un conjunto porticado, rematado por la Iglesia.
En la fachada noble del atrio destaca el gran escudo nacional con el águila, magnífico grupo escultórico que ni los talibanes memocráticos han podido derribar.
Magnífico conjunto monumental, destinado a los hijos de los obreros y a convertir los oficios en la más alta cualificación, semejante a la de las titulaciones liberales.
La Iglesia, ya sin culto, también es espectacular. Su inmensa cúpula, sostenida sobre armazones de madera, debía encajarse sobre las columnas al retirar el esqueleto arbóreo. Los obreros tenían miedo de que se les cayera encima, por lo que el arquitecto se colocó debajo con su familia. Se retiró el armazón de madera, se oyó un ruido inmenso, un crack espectacular, y la cúpula quedó encajada.
En el exterior se forman capillas con mosaicos preciosos, representando a evangelistas y ángeles.
Las piscinas eran espectaculares y ahora están abandonadas, como los campos deportivos. Generaciones de jóvenes se formaron y educaron aquí, en esta obra predilecta del franquismo que tuvo otras similares en varias provincias.
Pero la inmensa obra del franquismo no se acaba en la Universidad Laboral. He aquí la Iglesia de San Pedro, en un extremo de la playa de San Lorenzo, arrasada por los rojos y reconstruida según otros cánones, en prerrománico asturiano, con similitudes con Covadonga.
Ábside de San Pedro.
La Iglesiona, coronada con la estatua del Sagrado Corazón de Jesús, convertida en prisión por los rojos, de la que salieron numerosos mártires. Sus nombres estaban en las puertas, pero se quiso eliminar tan molesto testimonio y se aprovecharon unas obras para quitarlos, dejándolos en cartelones de plástico en el interior, alrededor del altar.
San Lorenzo, neogótica, también sufrió las iras de los demócratas de entonces, los buenos según la ley de Memoria Histórica actual.
Y Simancas, el glorioso cuartel que resistió el asedio marxista hasta sucumbir. Sobre sus ruinas se alzó una Iglesia regentada por jesuitas hasta hace poco, donde dos mausoleos interiores tienen inscritos los nombres de los defensores. Y al fondo el Monumento a los Caídos, parcialmente desmantelado.
Sigue Don Pelayo y sigue el Palacio de Revillagigedo.
Mondoñedo
Mondoñedo es ciudad episcopal, con un bello palacio reconvertido en hostal.
Y una Catedral gótica, con la fachada rematada en barroco.
En su interior, 3 naves le dan modestas proporciones, pero un bello y equilibrado conjunto.
Los socialistas del lugar también tienen contestarios.
Lugo
En Lugo también tenemos camaradas y el clima templado y los lugares abiertos permiten pasar buenos momentos.
El águila romana se yergue majestuosa sobre una impresionante columna.
Y las verdaderas banderas gallegas, con el cáliz eucarístico, se ven en muchos lugares.
La Catedral es otra joya gótica, adornada por el Renacimiento y el Barroco.
En la Misa se recuerda el Patronazo de Santiago sobre España y el sacerdote se lamenta del abandono religioso de tantos, recordando que sigue latente esa amenaza de la persecución que tan fuerte se vivió en España.
La muralla romana circunda la ciudad. 2000 años nos contemplan.
Entre próceres romanos, murallas, iglesias y catedral, la visita a Lugo no tiene desperdicio.
Además, el patriotismo español se ve que sigue muy vivo por allí.
Santiago de Compostela
25 de Julio, Santiago Apóstol, Patrón de España y también del Movimiento Católico Español. No podía faltar la visita a la tumba del Hijo del Trueno, orando ante ella y dándole un abrazo a su imagen.
La Catedral está en obras, pero eso no nos impide poner el sello y el color de España.
Y lo mismo en la Plaza del Obradoiro, con la restaurada fachada barroca recién restaurada.
El Ferrol del Caudillo
En nuestro recorrido patriótico llegamos al Ferrol del Caudillo, a la casa natal del Generalísimo Franco.
Y visitamos la Ermita del Chamorro, que Franco solía visitar a menudo junto a su madre, andando en peregrinación. Y luego también como militar y como Jefe del Estado.
En el interior, la Virgen del Chamorro aguarda silenciosa la llegada de los fieles peregrinos.
El Ayuntamiento es otra obra del franquismo. Erigido en 1953, padece pena de cárcel entre rejas democráticas.
No podía faltar aquí también el refrigerio con los camaradas.
La Coruña
Iglesia de la Orden Tercera Franciscana, donde oímos la Santa Misa.
Fuera, el Museo Militar.
El barroco de Santo Domingo, espectacular.
Y el románico de Santa María, un gozo para la vista.
Enfrente, la casa de la Señora de Meirás, la viuda de Franco, que solía pasar aquí temporadas. Le gustaba porque tenía la iglesia enfrente.
El ayuntamiento coruñés, espectacular, y la plaza de María Pita, no menos espectacular y en fiestas.
San Jorge ofrece otra perspectiva inigualable.
Valladolid, la Gran Promesa
En Valladolid, la Basílica de la Gran Promesa es otra gran gozada. Terminada en 1941, es otra de las grandes construcciones del franquismo y uno de los puntos neurálgicos de la Devoción al Sagrado Corazón de Jesús y a su Reinado Social. Aquí se le apareció el Corazón de Jesús al Padre Bernardo Hoyos y le hizo la Gran Promesa: Reinaré en España y con más veneración que en otras partes.
La imagen del Sagrado Corazón es enorme, quizá la mayor en el interior de un templo. El retablo lo rematan en sus lados sendos escudos de España con el águila y de Valladolid con la Laureada de San Fernando. En la cúpula vuelve a estar pintado el escudo del águila.
La misa dominical de las 12 se llenó. El sacerdote inició la misa diciendo que la ofrecía para que se hiciera realidad el Reinado de Cristo sobre España.
La cúpula completa.
Venerable sacerdote de doctrina tradicional, que pasa muchas horas en el confesionario. En esta iglesia se puede confesar a muchas horas.
La Basílica por fuera. Forma un conjunto con la hospedería y una capilla donde se empezó a dar culto al Corazón de Jesús. En su interior, los nombres de los 113.186 caídos por Dios y por España durante la Cruzada Nacional de Liberación. Enfrente, un hospital.
Las pegatinas se quedaron para acompañar y realzar el sitio.
Labajos
Y Labajos, donde cayó el Caudillo de Castilla, Onésimo Redondo Ortega. ¡¡¡ PRESENTE !!!
Los jenízaros anarquistas han vuelto a profanar el monumento. Sólo saben destruir. Además, ni siquiera deben saber que a ellos los exterminaron sus aliados socialistas y anarquistas durante la guerra.
Precioso monumento el del General Mola. Os faltó ir al del General Sagardía, también en Burgos. Saludos.
ResponderEliminarSuper ! Merci pour ce témoignage
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