Encuentro entre José Luis Corral y Ramón Tamames

 José Luis Corral, Jefe Nacional del Movimiento Católico Español, y Ramón Tamames, que fue un importante dirigente comunista en la transición democrática, tuvieron un par de conversaciones en tono muy cordial durante el Congreso cortesiano.
Ramón Tamames se afilió al Partido Comunista en 1956, siendo en los años 70 miembro de su Comité Ejecutivo y diputado por el PCE en 1977 y 1979. Se salió en 1981 y fundó en 1984 la Federación Progresista, con la que participó en la creación de Izquierda Unida en 1986. En 1987 la FP abandonó IU y en 1989, siendo aún diputado, abandonó la dirección de ese partido e ingresó en el Centro Democrático y Social(CDS), aunque abandonaría la política poco tiempo después, para dedicarse a los negocios. Además, fue concejal y primer teniente de alcalde con Tierno Galván de 1979 a 1981 en Madrid.


Por otra parte, fue Catedrático de Estructura Económica de la Universidad Autónoma de Madrid desde 1975 y algunos estudios suyos se hicieron célebres, como la "Introducción a la economía española" y "La estructura económica de España".
Tamames evolucionó bastante y se acercó a posturas bastante conservadoras. Su intervención en el Congreso ha demostrado que es un brillante hispanista, defensor de nuestra Historia.
José Luis Corral le preguntó:
- Don Ramón, si no es impertinente, me gustaría saber cual es su posición política actual.
- Pues me considero independiente. Estoy preparando un libro sobre "Dios a través del Universo y un planeta entrópico" (si no nos falla la memoria).

 En un segundo encuentro, José Luis le dijo:
- Don Ramón, sin que le parezca una provocación, nada más lejos de mi intención, le quiero regalar un calendario propio de un franquista como yo, una curiosidad que le puede llamar la atención por estas fotos y porque contiene el Oriamendi, el Cara al sol y el Himno Nacional.

 Don Ramón Tamames lo cogió con mucho gusto y lo examinó brevemente, diciendo:
- Si yo el Cara al sol lo he cantado muchas veces, aunque ahora no recuerdo bien el orden exacto de las estrofas. Lo que me parece una tontería es el cambio de las calles, los nombres y todo eso.

Y el abrazo final, como colofón a un grato encuentro.