DIETARIO PATRIÓTICO
El espíritu del militante
100
consejos de obligado seguimiento para que seas un buen patriota
Nota previa.- Son
muchos los que se acercan a grupos y pronto los abandonan. Cuando llegan, no
saben bien lo que hacer, ni lo que defender, ni cómo se deben comportar. Por
eso fracasan. No basta conocer un ideario ni un programa, ni que caigan bien
los compañeros recién conocidos. Es necesario entender que a partir de ese
momento en el que llegan, si quieren ser militantes, deben vivir un estilo, una
moral, unos criterios, un espíritu. Para lo cual es menester conocerlos. Al
elaborar estos 100 consejos de obligado seguimiento, suplimos un hueco que sólo
se llena habitualmente con un largo trato con los más veteranos y
experimentados, cosa que no está al alcance de todos. Tenemos una Tradición.
Antes que nosotros hubo otros, durante muchas generaciones, durante muchos
siglos. Ellos nos han transmitido, nos han traído, esta experiencia, que
nosotros no hemos inventado. Por tanto, no ofrecemos a los militantes teorías
particulares, sino el tesoro precioso de nuestra Tradición patriótica en 100
consejos.
1. No tenemos un código
propio ni somos una secta; simplemente, tratamos de vivir al modo cristiano y
patriota. Nuestras normas valen para cualquiera, en cualquier tiempo y lugar;
son católicas, universales, intemporales.
2. Formamos espacios
patrióticos, oasis de camaradería, pero estamos abiertos, no somos ghettos.
3. Así como en un gimnasio se
potencia el físico; así, nosotros potenciamos las cualidades del espíritu, sin
ser distintos a los demás.
4. La amistad es una flor muy
delicada, que hay que cuidar con esmero; una vez rota o marchita, no vuelve a
florecer.
5. Si dudas moralmente, no lo
hagas; si dudas en medio de la acción, hazlo.
6. Revístete de la Gracia; es
tu armadura de combate. Sin Dios, nada podemos.
7. Busca hacer la Voluntad de
Dios.
8. No te asusten tus
debilidades y pecados. La Fe te ilumina y guía. La Gracia te hace fuerte. Con
Dios todo lo puedes. "Si Dios con nosotros, ¿quién contra nosotros?"
9. Ama al prójimo a pesar de
sí mismo, pero no condesciendas con sus errores.
10. Resiste a los fuertes,
cede ante los débiles.
11. Sé humilde; la soberbia
afea y aja los demás valores y virtudes.
12. Sé franco, con caridad. No
adules, no finjas.
13. Procura hablar bien de todos
y elogiar sin empalago ni adulación. No calumnies, no difames, no reveles
defectos ocultos de los demás, ni aunque sean enemigos.
14. Reconoce sin tapujos todo
lo bueno, esté donde esté, incluso en el enemigo, rival o contrario.
15. Corrige en privado a tus amigos
y camaradas. Se llama "corrección fraterna" y lo mandó Cristo.
16. Si no puedes corregir algo
que afecta al grupo, informa al mando o autoridad; si no, tú serás cómplice del
daño.
17. Vive alegremente;
destierra las amarguras, los rencores y los desalientos.
18. Tu alegría, tu valor, tu
generosidad y tu espíritu de servicio atraerán y contagiarán a muchos.
19. No importa la cantidad de
cosas que hagas, sino el estilo, el espíritu y la entrega que pongas en ellas.
20. Concéntrate en el
presente, en lo que estás haciendo. Cuando estés tranquilo, piensa en el
futuro, haz planes.
21. Haz bien las cosas; nada
de chapuzas. Busca la perfección. Termina lo que empezaste.
22. Participa en todos los
actos y actividades que puedas. No escurras el bulto.
23. Sé veloz en la acción;
pausado en la oración.
24. "Ora et labora".
Reza y actúa. Por cada acción, una oración. Pide a lo Alto. Pide a la Virgen,
tu Madre. Pide a tus santos, a tu ángel, a tus caídos.
25. Si no vas a Misa, al menos
los domingos, date por muerto. Si nunca confiesas ni comulgas, estás en coma.
Si no haces oración, estás seco y anémico.
26. Dios cumple su parte y
quiere que tú cumplas la tuya. Respeta el trato. Somos su pueblo y Él es
nuestro Dios.
27. Necesitamos Sacerdotes que
celebren el Santo Sacrificio de la Nueva Alianza, fuente de todas las gracias,
y que perdonen nuestros pecados. Si tú no eres capaz de serlo, ayuda a los que
sí lo son. Ten amistad con ellos.
28. Lee cosas provechosas para
llenar tu mente de argumentos y edificar tu espíritu con buenos ejemplos.
29. Rodéate de buena gente.
Huye de los viciosos y corrompidos; acércate a ellos sólo para ayudarles.
30. Ama y respeta a tus padres
y abuelos y a toda tu familia. Guarda la consideración debida a tus maestros,
jefes y autoridades.
31. Respeta las leyes justas.
32. Ama tu Patria; estudia su
Historia, conoce sus lugares, trata a sus gentes, lee a sus mejores escritores,
canta sus canciones.
33. Trata a los demás como te
gustaría que te trataran a ti, por lo menos; si eres capaz, mejor que a ti
mismo. Es lo que hace una madre con su hijo.
34. Cuida tu imagen; no vayas
sucio, descuidado ni desaliñado.
35. No te drogues ni
embriagues.
36. El esfuerzo, la disciplina
y la penitencia aguzarán las mejores cualidades de tu cuerpo y de tu alma.
37. Cumple tu palabra.
38. Paga tus deudas.
39. Sé sufrido y austero. Te
fortaleces e inmunizas contra la comodidad.
40. Sé puntual, diligente y
pronto para el servicio. Deja la pereza y la indolencia para el enemigo.
"Lo que puedas hacer hoy, no lo dejes para mañana".
41. Sé parco en palabras y
elocuente en obras.
42. No hables por hablar. Pero
no dejes de hablar cuando sea necesario dar testimonio.
43. Estudia buscando el saber
y el conocimiento para cumplir tu misión en la vida. Las notas son secundarias.
La sabiduría es primordial.
44. Trabaja con empeño y
esmero en tu profesión. Hazlo todo bien.
45. Sé agradecido. Con todos
los que te han favorecido. Con los que te han dado la vida. Con los que te
educan y enseñan. Con los que te dan trabajo, sustento, amor, oportunidades,
amistad o compañía.
46. Si te atrae el matrimonio,
busca una pareja pensando en la familia que vais a formar y en los hijos que
educaréis, no en la pasión momentánea.
47. La familia es la mejor
transmisora de los ideales, si se viven consecuentemente. También la familia
religiosa, es decir, las órdenes religiosas y similares. Y la familia política,
el movimiento patriótico.
48. Si estás casado, acepta
con tu cónyuge los hijos que Dios os mande, sin impedimentos artificiales y
antinaturales. Las familias numerosas repueblan la faz de la tierra y
engrandecen la Patria.
49. Ayuda a los necesitados,
físicos o morales. Practica las 14 Obras de Misericordia.
50. Reflexiona y vive las 9
Bienaventuranzas.
51. Cumple los 10 Mandamientos
de la Ley de Dios y los 5 Mandamientos de la Santa Madre Iglesia.
52. Apiádate de los afligidos
y necesitados. Ayúdales y recuerda que luchas por un mundo mejor, sobre todo
para ellos, pero eso no te exime de hacer caridad con el que tienes cerca, tu
prójimo. También está cerca el que vive a miles de kilómetros; los medios de
comunicación y los misioneros te lo han presentado.
53. No te amilanes por la
crítica, ni las amenazas, ni la adversidad, ni la traición, ni la deserción.
Aparecerán, seguro. Ahí se pondrá de manifiesto tu verdadera valía.
54. ¿Te extrañas de las
críticas, incomprensiones, zancadillas y persecuciones? ¿Pues qué esperabas? La
Cruz es el signo del cristiano. "Si me persiguieron a Mí, también os
perseguirán a vosotros", dice el Señor. La firmeza de criterio siempre
atrae oposiciones.
55. "Todo lo puedo en
Aquel que me conforta". Con Dios eres invencible.
56. Al mal tiempo, buena cara.
Conserva el dominio de ti mismo.
57. Pon unas gotas de humor,
sin chocarrerías. El humor y la simpatía son a la convivencia como la sal y las
especias a la comida.
58. La ironía es un arma
sutil, pero no llegues al sarcasmo, que lo producen el desprecio y el despecho.
59. La traición es el mayor
crimen contra la camaradería y el ideal. Jamás seas un traidor.
60. Nobleza obliga. Vete si
quieres de tu grupo, pero por la puerta principal, con dignidad, con la cabeza
alta. Quedarás como un señor y podrás volver cuando quieras.
61. No enredes ni murmures, o
la red que tiendes terminará por atraparte.
62. No conspires; es traición.
63. No hagas trampas, ni
engaños ni mentiras, salvo para guerrear contra el enemigo.
64. No abandones a tus jefes y
camaradas en el peligro; es deserción.
65. No te ufanes en los
triunfos. Quítate importancia y dásela a tus camaradas.
66. No te envanezcas con tus
méritos; te los dio Dios; explotarlos es tu obligación.
67. El tiempo es finito;
aprovéchalo; sólo tienes una vida.
68. No temas a la muerte; sólo
a morir en pecado mortal. Irías al Infierno por toda la Eternidad. Teme también
el Purgatorio.
69. Aprovecha el dolor y el
sufrimiento; te purifican.
70. Sé libre, que no es
"hacer lo que te dé la gana"; sino hacer lo que debes hacer sin
ataduras del pecado.
71. Para lo que no esté aquí,
pregunta a la Santa Madre Iglesia. Es tu Maestra.
72. Sé realista, confórmate
con lo que eres y tienes. "Si yo fuera...., si yo tuviera...., si yo
pudiera....", no sirven de nada. No especules con fantasías. Eres lo que
eres, un hijo de Dios. Tienes cinco sentidos y un alma racional. Puedes
muchísimo. Y lo que tú no puedes, lo puede Dios, que es Omnipotente. Si Él quiere,
se hará. Y si no, no te preocupes.
73. "Es que..."
Bórralo de tu léxico. No pongas excusas para cumplir con tu deber. Cúmplelo y
punto.
74. No seas quejica ni
derrotista. Eres un luchador, un soldado de Cristo, no un llorón. No seas
Boabdil: "Llora como mujer lo que no supiste defender como hombre".
75. Vive heroicamente. Vive
con honor.
76. Sentir miedo no es de
cobardes. Dejarse arrastrar por el miedo sí lo es.
77. No seas rencoroso. Perdona
la culpa, aunque mantengas la pena. Retira el saludo, si es necesario. Pero no
te vengues, déjaselo a Dios.
78. Di la palabra mágica. Pide
"perdón" cuando hayas faltado, ofendido o fallado a alguien.
79. Sé hospitalario,
especialmente con tus camaradas. No olvides que camarada viene de los que
comparten cama o cámara.
80. Sé desprendido y generoso
con tus bienes. Destierra la avaricia.
81. Tenemos el honor del
combate, que ya es bastante. El laurel de la victoria y la palma del martirio
los concede Dios.
82. La derrota para nosotros
es un aplazamiento de la victoria. Sigue luchando hasta el último aliento de tu
vida.
83. Da la cara. Eres un
testigo de la Verdad, el Bien y la Justicia. No tienes nada de lo que
avergonzarte. Salvo grave peligro, no te ocultes; y si la Patria o la Fe te lo
piden, hasta la vida has de dar. ¿O es que tu vida física, lo que te queda de
ella, vale más que la Patria y que la Fe?
84. No hagas uso de la
violencia, salvo la legítima defensa contra el injusto agresor.
85. La cortesía y la educación
son manifestaciones de un espíritu elegante, que respeta a sus semejantes y se
respeta a sí mismo, no perdiendo la compostura.
86. La Jerarquía y el Orden
son imprescindibles para que funcione el mundo y cualquier colectivo humano.
Todos no pueden ser Generalísimos o Papas y los que llegaron a serlo, primero
fueron obedientes y disciplinados. Cumple tu misión en tu puesto.
87. La disciplina garantiza la
unidad de un grupo humano (sea militar, político, económico, deportivo,
cultural o religioso) y su eficacia en la acción, así como su misma existencia.
La rebeldía pone en peligro la unidad, la eficacia y la existencia de ese
grupo.
88. La obediencia es reconocer
la autoridad legítima, que viene de Dios, y hacer aquello que la autoridad
manda en el campo que le es propio. Tiene más mérito que la disciplina, porque
se conforma interiormente con la orden recibida.
89. El patriota es disciplinado
y obediente. Se rebela sólo contra la tiranía. Desobedece sólo las leyes o
mandatos inmorales.
90. Ten Caridad, que es amar a
Dios sobre todas las cosas y amar a los demás por amor de Dios, porque así lo
quiere Dios.
91. Caridad no significa
sentir un afecto muy grande, sino hacer obras de amor, por amor de Dios.
92. El amor es fuerte; mucho
más que el odio.
93. No odies jamás a persona
alguna, por muy mala que aparentemente sea o por mucho daño que te haya hecho.
Odia el pecado y ama al pecador. Esto sí es difícil y propio de almas grandes.
94. Practica la Justicia y
lucha por ella. El amor, incluso a los malvados, no significa dejar impunes sus
delitos. No pretendas ser más bueno que Dios. Si no hubiera Justicia, los
malhechores se harían los dueños del mundo, si es que no lo son ya.
95. Merced a la acción
política, que es una "caridad social", el bien que haces y la verdad
que anuncias se propagan en el tiempo y en el espacio hasta sitios
insospechados que no conocerás en esta vida.
96. Tu testimonio y tu ejemplo
llegarán a muchos seres contemporáneos, pero también a los futuros; a muchos
amigos y simpatizantes, pero también a tus enemigos, detractores y adversarios.
97. Si luchas, influyes,
aunque no consigas todo lo que deseas.
98. Apoya todo lo bueno, sin
sectarismo. Pero milita en pocos sitios. Ten una sola autoridad política de tu
elección.
99. Tu obra será semejante a
ti. Si construyes con estos ladrillos tu familia, tu empresa, tu grupo, tu
Patria, será sólida y duradera. Si usas otros materiales de baja calidad o
falsos, además de incompatibles y ruinosos, tu obra resultará fea y defectuosa.
100.
Estos consejos no son teorías, sino las normas morales con las que
vivieron tus mejores antepasados. Síguelos y alcanzarás la Victoria y la
Salvación para ti, para los demás, para tu Patria y la Humanidad.
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