Se ha celebrado en Madrid una nueva Marcha por la Vida, en la víspera del Día de la Encarnación, que sirve como referencia para defender la vida del embrión y del feto que no han nacido, pero que ya son seres humanos únicos e irrepetibles, con su propio adn, a los que leyes satánicas condenan a un siniestro sacrificio en el que perecen por millones en todo el mundo. En España, 100.000 cada año.
La Marcha por la Vida recorrió la céntrica calle Serrano de Madrid, barrios de Salamanca y Retiro, para finalizar en la Puerta de Alcalá.
Con todo descaro se sumaron a la Marcha algunos políticos de partidos bien conocidos por ser responsables del genocidio silencioso, como el PP, durante cuyo gobierno no se ha puesto ninguna restricción a tan odioso crimen, sino más bien al contrario.
Por su parte, Movimiento Católico Español y Acción Juvenil Española estuvieron testimonialmente con su pancarta y una bandera de España con el Sagrado Corazón de Jesús, sin siglas políticas según las reglas de la convocatoria.
Triunfaron los calendarios y pegatinas, que se agotaron, sobre todo entre la gente joven.
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