La camaradería es un componente fundamental del patriotismo auténtico. Como no podía ser de otra forma, los días previos a la Navidad se hacen comidas de hermandad, sin otro propósito que compartir buenos momentos y gozarnos de nuestra mutua amistad. No hacen falta siglas ni organizaciones concretas. Ni siquiera hacen falta discursos ni formalidades, salvo la bendición. Nos basta con nuestro común ideal, Dios, España y la Justicia.
Al final, villancicos y alegría, letras clásicas, transformadas y de rabiosa actualidad. Que llega el Niño Dios y hay que celebrarlo.
Pues a celebrarlo tocan con paz y alegria. Y con el deseo de una feliz Navidad y un mejor año nuevo, buen provecho a todos! Abrazo de camarada desde Gerona, tierra española donde las haya.
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