No fueron fusilados por sus ideas, sino por sus crímenes.
El empecinamiento de socialistas y comunistas, principales responsables de las atrocidades de la II República y la Guerra Civil, empeñados en reabrir las heridas con una falsa "Memoria Histórica", borrando la memoria de los nacionales y exaltando la de los republicanos, nos lleva a replantear la política prudente y reconciliadora seguida desde tiempo inmemorial por los nacionales y los familiares de los Mártires y Caídos por Dios y por España. Hasta ahora, en estos 80 años, nos hemos limitado a honrar la memoria de aquellos que dieron su vida por la Fe y por la Patria. Y hemos guardado sepulcral silencio sobre los autores nominales y sus crueles hazañas, salvando algunas referencias puntuales a los máximos responsables, como Carrillo, Companys, García Atadell y pocos más. Todo por la paz, la reconciliación y la convivencia entre todos los españoles, buena parte de los cuales hemos tenido familia en ambos bandos.
Pero la exaltación de los criminales autores de gravísimas fechorías, para convertirlos en víctimas y exaltarlos como héroes, nos lleva a replantearnos aquella actitud de olvido, perdón y sublimación.
Manuel García Muñoz ha escrito un libro titulado "Los fusilamientos de la Almudena", donde se recogen 2.934 nombres de personas fusilados tras ser procesados y condenados por tribunales militares en Madrid al término de la contienda, entre 1939 y 1944.
De algunos de ellos se adjunta un brevísimo historial, pero de la inmensa mayoría sólo constan nombre y apellidos, edad, vecindad, localidad de origen y poco más.
Consta que al menos 335 de esos fusilados eran chekistas, dedicados a perseguir, robar, encarcelar, violar, torturar y asesinar a gente pacífica que no había cometido ningún delito, salvo el de ser de ideas distintas a las republicanas.
Pero el resto de los fusilados también estaba implicado en terribles hechos, perpetrados contra inocentes.
El propio Ayuntamiento de Madrid, dirigido por quienes tratan de revertir la historia y abrir las heridas, ha publicado el listado de los fusilados, aunque sin decir por qué fueron fusilados:
http://www.madrid.es/UnidadWeb/Contenidos/Navegaciones/Memoria_Historica/Memoria_HIstorica/ListFusPosguerra(CronologYAlfabetico).pdf
Los archivos del Ministerio de Defensa también nos permiten acceder a todos los procedimientos judiciales que se abrieron en aquellos años. Ello nos permite saber por qué fueron fusilados los que fueron fusilados, qué delitos cometieron, cosa que los marxistas quieren ocultar, diciendo que los fusilaron por sus ideas. Como los terroristas de ETA y sus familiares, que siempre dicen que los suyos están presos por defender al pueblo vasco.
http://www.combatientes.es/ListadodeProcedimientosTMT1AZ.html
Así pues, los familiares de los asesinados a manos de los republicanos, asesinados que eran completamente inocentes y que sí fueron asesinados por sus ideas políticas o religiosas, vamos a ir contando qué pasó con pelos y señales.
Por ejemplo, en el listado figuran los hermanos Antonio y José Antonio Pagadizábal Bravo, naturales de Llodio, fusilados el 24 de Julio de 1939. Ahora vamos a ver algo de lo que hicieron.
Pueden verse los documentos y las fotos en grande pìnchando sobre ellos.
Se trata de las 3 denuncias que
interpuso mi bisabuelo Roque Gómez Egido al acabar la guerra. Los hechos
en los que participaron estos hermanos Pagadizábal, que no tuvieron por
qué ser los únicos crímenes que cometieron, fueron los siguientes
relacionados con mis antepasados:
Sobre los crímenes hay varias versiones. Máximo,
hermano menor de Roque, era de
Renovación Española, igual que Gabriel. La versión que
contaba mi abuela Encarnación
Gómez Ramírez era que Máximo o alguno de sus sobrinos
habían discutido con “El
Zapaterín”, un zapatero que debía tener un chiscón en
la calle Segovia, porque el tal
Zapaterín había pegado a los
niños que jugaban y le molestaban, por lo que Máximo u otro de los sobrinos le
arreó un bofetón. Como el tal Zapaterín era comunista, les
denunció. El Zapaterín fue
responsable de unas 30 muertes de forma similar. Tras la guerra fue detenido,
juzgado y ejecutado por sus crímenes. Ignoro si "El Zapaterín" era uno de estos hermanos, pero en la denuncia consta que fueron ellos los que los denunciaron.
El 19 de septiembre de 1936 los milicianos fueron a
detener a Máximo, de Renovación Española
y 42 años, en Valliciergo 4-4º. Su sobrino Pepe, de 38 años y sin afiliación,
que vivía en el 3º y era miope, se acercó a tomar nota del número de matrícula
de la
camioneta donde se lo llevaban. Por tal motivo le
detuvieron y se lo llevaron también. Al
pasar por la plaza de la Paja vieron al otro hermano, Gabriel, de 40
años, que también era de Renovación Española y vivía en la Plaza del Marqués de
Comillas, 7 principal-derecho-
interior, que es la misma Plaza de la Paja, al que
llamaron a gritos para decirle que iban
detenidos. Visto lo cual, los milicianos cogieron
también a Gabriel. Los 3 fueron asesinados y los milicianos comentaron en la
taberna que “vaya salto que había dado uno de ellos cuando le dispararon”.
La hija de Gabriel, Carmen, que tenía poco más de 4
años, recuerda haber visto a su padre en casa, extraordinariamente pálido. Su
madre le contó que los milicianos habían
registrado la vivienda. También dice que Máximo, cuyo cuerpo fue
encontrado, fue fusilado antes que sus dos sobrinos, Gabriel y José María, pero
no sabe si fue días antes o si fue horas antes.
La hija de Gabriel Gómez
Ramírez, Carmen, cuenta que durante la guerra los niños jugaban a detener y dar
paseos y fusilar, a imitación de los mayores.
Hay un procedimiento militar abierto contra Francisco
Chafino Zapata, número 4089-5596. Ignoro el resultado. El de José Antonio
Pagadizábal Bravo es el 5309-2023 de Madrid. Hay un Teófilo Gómez Alia con
número 14236-6608, pero ignoro si puede ser el mismo, ya que en las denuncia
pone que se había ido a Barcelona y que era sobrino de mi bisabuelo y primo de los asesinados, implicado también en sus muertes. Sin embargo, estos no fueron fusilados.
En la foto, mi bisabuelo Roque Gómez Egido, con su mujer Cándida, que falleció antes de la guerra, y sus dos hijos mayores, Gabriel y José María, ambos asesinados por los marxistas el 19-9-1936.
La foto es de finales del siglo XIX.
Máximo Gómez Egido aparece como
enterrado en el Valle de los Caídos con el número 1349/2009 según lista que
aparece en internet y con el número 16078 según el Secretario de la Hermandad
de Paracuellos. Los hermanos Gabriel y José María no fueron hallados.
Su
cadáver fue reconocido por su sobrino Gabriel, hijo de mis abuelos Francisco Corral y Encarnación Gómez Ramírez, que era
niño de unos 12 años y aún vive.
Solar de la Calle Valliciergo, 4 donde vivían los asesinos y los asesinados, junto al Viaducto.Las Fosas
Si tanto se preocupan por los cadáveres sin sepultura propia, podían excavar tras las tapias del cementerio de los mártires de Aravaca, donde hay más de 200 republicanos fusilados por ellos mismos por remolonear a la hora de ir al frente. Según el autor del libro arriba mencionado, sólo uno de los Cuerpos de Ejército rojo instalados en la capital fusiló a unos 500 de sus propios soldados, cosa habitual entre los republicanos. Ya tienen tarea, en vez de excavar y escarbar en tierra sagrada como la del Valle de los Caídos, la mejor sepultura que pueden tener los muertos, españoles todos al fin y al cabo, que murieron en la misma guerra.
Mientras, los familiares que quieran aportar datos y circunstancias, tienen abierto el blog de Acción Juvenil Española para hacerlo.
Y exigimos que se publiquen los juicios militares por los que fueron condenados esos que ahora se pretenden convertir en mártires de la libertad y víctimas del franquismo. La verdad, toda la verdad, y nada más que la verdad. Memoria, pero de verdad, toda entera.
José Luis Corral
Puedo añadir algo a la memoria histórica...:
ResponderEliminarEn el pueblo de La Alcarria donde nací en 1940, y viví 16 años, éramos 200 personas vecinos. El sacerdote que me dio la 1ª comunión, era joven, de 34 años, natural del pueblo de Toledo Orgaz... En las conversaciones con los hombres del pueblo, tras sus faenas agrícolas cotidianas, y estando muy reciente la guerra mundial y próxima la guerra civil española, le oí al sacerdote comentarles que en nuestro pueblo hubo mucha suerte, pues no hubo muertos ni al estallar la guurra ni durante ella, salvo uno en el frente. Y contó que en su pueblo, al estallar la guerra asesinaron a 5 o 6 personas, por el único 'crimen' de ir a Misa o no ser simpatizantes del bando 'rojo'... Y comentó que lo que ocurrió después allí, en su pueblo, no es aceptable cristianamente pero es 'entendible' humanamente: que cuando fue ya liberado el pueblo por las tropas nacionales (o al finalizar la guerra), los del bando nacional mataron a más de 50 personas (los que habían participado en asesinar al inicio de la guerra. Ignoro si sería con procesos judiciales, y ser condenados por asesinos, o simplemente fuesen ejecutados, como 'venganza' por sus crímenes previos...; pero, en definitiva, fueron asesinados por criminales).
En Orgaz fueron asesinados 52 naturales del pueblo y otros 3 de fuera. Además, gente de Orgaz asesinada fuera del pueblo hubo otros 9 hijos del pueblo asesinados fuera del pueblo, entre ellos 6 sacerdotes, un falangista, un cabo del ejército y el secretario del pueblo de Ajofrín.
ResponderEliminarAsí que ya ve usted la diferencia con 5 o 6 personas que le contó ese cura o recuerda usted que le contó. Tiene la lista completa, con nombres y apellidos en
http://www.villadeorgaz.es/orgaz-guerra-violencia.htm