Cristóbal Colón, el gran navegante que descubrió América y se presentó en Barcelona ante los Reyes Católicos para comunicarlo, se vio rodeado en su pedestal por un mar de banderas españolas.
Merced a la prohibición de sendas concentraciones en la Plaza de San Jaime y ante el monumento de Rafael de Casanova, se produjo una manifestación que no se podía ni soñar, por las principales plazas y vías de la Ciudad Condal. Plaza Cataluña, calle Fontanella, Vía Layetana, Paseo Colón y monumento a Colón al comienzo de las Ramblas. Ida y vuelta. 5 kms. en total.
La concentración patriótica comenzó improvisadamente en la plaza de Cataluña, siendo aislados en un lateral los participantes, junto a la FNAC.
Varios camaradas del Movimiento Católico Español y de Acción Juvenil Española estuvieron presentes, encabezados por su Jefe Nacional, José Luis Corral. Además, sin distintivos partidistas, había militantes de La Falange, con Manuel Andrino; Democracia Nacional, con Manuel Canduela; Alianza Nacional, con Pedro Pablo Peña. Y de Fe-Jons.
El comienzo de la marcha, captado por una cámara televisiva, con José Luis Corral empuñando la Bandera de España por excelencia y antonomasia, la reina de las banderas, la que luce orgullosa el Escudo Nacional con el Águila de San Juan.
La marcha tomó luego por otro lateral de la Plaza de Cataluña y la calle Fontanella. Obsérvese que apenas había banderas independentistas en los balcones y ventanas. Pudimos comprobar por toda la ciudad que eran escasísimas, no llegando al 1x1000 del vecindario. Y contrarrestadas por la presencia de banderas españolas también, aunque menos.
Ya en la imperial Vía Layetana, ante la Comisaría de Policía, aplausos y vítores a la Policía Nacional. Y gritos coreados de "No estáis solos".
Por esta zona pudieron verse algunas esteladas masónicas. La gente les gritaba "La estelada, no vale para nada". Poquísimas, en todo caso.
Una bandera asturiana con la Cruz de la Victoria salió a uno de los balcones, con aplausos de todos.
Otro punto significativo fue el paso cerca de la gótica Catedral, tan similar a otras muchas de toda la Península Ibérica y de las islas.
Y el Palacio Real de los Reyes de Aragón y de los Reyes Católicos. Siglos de historia en común que unos desalmados y unos ignorantes quieren destruir.
Una vista desde la cabecera de la marcha. Se puede ver que no hay ni una estelada separatista.
Por fin, el Paseo de Colón, paralelo al Puerto de Barcelona. Ni que decir tiene que miles de personas, muchos de ellos turistas, vieron el gran espectáculo de la España que se despierta y planta cara a los sediciosos.
Al paso por Capitanía General recordamos el precioso escudo del águila que lo adornaba, sustituido por un escudo mutilado de rango muy inferior.
Por fin, el genial navegante a la vista. Por fín el Almirante de la Mar Océana tuvo una visión digna de su propia grandeza. Testigo mudo y elocuente de la Historia común de los catalanes con el resto de los españoles.
Al pie del monumento improvisó unas palabras Manuel Canduela para mostrar su emoción por la reacción patriótica que se está produciendo y para animar a todos para organizarse y ser así mucho más eficaces en la defensa de nuestra Patria.
La explanada ante el monumento ofrecía un espectáculo magnífico, repleta de gente con banderas españolas. Sin exclusiones. Los patriotas demuestran ser mucho más tolerantes que otros que quieren prohibir determinados escudos o leyendas. Los que se hinchan de decir que quieren la unidad, dividen. Mientras que el genuino y auténtico patriotismo demuestra que sabe respetar las legítimas diferencias y que todo lo que ampara la bandera gloriosa de España es bien recibido.
Los viejos leones hispanos no podían faltar a la fiesta. Águilas, Toros y Leones, los tres animales míticos, propios de nuestra tierra, ancestrales, telúricos, y a la vez símbolo de los 3 Evangelios, Marcos, Lucas y Juan.
Al fondo, la Capitanía Marítima de Barcelona.
En un costado, el Gobierno Militar. Con ese fondo se hacen una preciosa foto los camaradas de AJE.
Y otra vez de vuelta por el mismo recorrido.
En uno de los balcones sacaron banderas de España para saludarnos. Las muestras de apoyo se repitieron.Y el Águila de San Juan volvió a volar por la Vía Layetana. "Águilas de Imperio volarán..."
Y otra vez en Plaza de Cataluña, pero esta vez en todo el centro.
El escenario preparado para las celebraciones separatistas fue ocupado por los patriotas españoles.
La expedición del MCE que se trasladó desde Madrid oyó Misa en El Pilar al volver. Para que no faltara de nada.
No en vano fue 1º de Octubre: Día del Caudillo y del Ángel Custodio de España.
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