80 años después, oraciones, flores y canciones han recordado aquel luctuoso suceso que se desarrolló durante un mes y tuvo como día álgido el 7 de noviembre, pereciendo ignorminiosamente asesinadas 5000 personas inocentes, pacíficas y buenas, que no habían cometido ningún delito. Su delito fue amar a Dios y a España. En el monolito que recuerda a todas las víctimas, entre las 7 grandes fosas que albergan en mezcolanza los cuerpos de los mártires, sonó el toque de oración y se izó una bandera nueva al son del Himno Nacional. Cinco de los familiares más ancianos portaron esta vez la corona de flores que quedó colgada del monolito.
Como dijo el capellán celebrante, en aquella época quisieron borrar todo rastro de cristianismo en España, quemando y destruyendo las iglesias y matando a los cristianos, sacerdotes, religiosos y fieles. Le acompañaron el Secretario del Obispo alcalaíno y un sobrino carnal de uno de los mártires.
El próximo sábado se celebrará en Alcalá de Henares el inicio del proceso de 43 nuevos beatos, 18 de los cuales están enterrados en este camposanto. Y el domingo será Don José Antonio Reig Pla, Obispo de Alcalá de Henares, quien visitará el cementerio y recorrerá procesionalmente las fosas.
