El Monumento que se yergue en Majadahonda en recuerdo de los legionarios rumanos Ion Mota y Vasile Marín, se ha vestido de gala para recordar la gesta, el sacrificio y el martirio de estos héroes que abandonaron patria, oficio, familia y hogar para combatir por la civilización occidental y cristiana, amenazada en sus cimientos por la satánica revolución marxista.
Himnos y rezos, banderas y saludos, españoles y rumanos, en una ceremonia emotiva y llena de significado para recordar aquel lejano 13 de enero de 1937 en el que cayeron Mota y Marín.
Movimiento Católico Español y Acción Juvenil Española estuvieron presentens con sus abanderados uniformados. La Delegación estaba encabezada por el Jefe Nacional, José Luis Corral, acompañado por los Vocales Vidal Mayor y Manuel Macías.
Lo propio hizo La Falange, que se situó bajo los arcos del monumento con banderas rojinegras con flechas yugadas, junto a banderas rumanas. También AN formó con banderas propias.
En primer lugar se desarrolló una ceremonia de oración con el largo y ceremonioso ritual ortodoxo.
Habló después el Pope Mirtea, que explicó en rumano aquella aventura misionera y militar, en aquel contexto revolucionario que amenazaba a toda Europa y del que fue víctima destacada la propia Rumania, que sufrió la feroz tiranía del comunismo durante más de 40 durísimos años. No puede decirse que la lucha haya terminado, pues la lucha entre el bien y el mal continuará hasta el fin del mundo.
El Padre Marius Visován, en perfecto castellano, se dirigió a los presentes de forma más breve, exaltando el espíritu de Cruzada que movió al pueblo español, llevándolo a la Victoria bajo el mando del Caudillo, espíritu que sigue presente en cuantos acudimos a estos actos.
Tras varias intervenciones más, terminó Miguel Menéndez Piñar, en nombre de la "Asociación para la Custodia del Monumento a los Legionarios rumanos Caídos en Majadahonda", que explicó las gestiones realizadas para asegurar la titularidad del terreno y de la asociación e impedir que el ayuntamiento pueda cumplir la resolución de derribar el monumento, que va contra todo derecho al tratarse de un terreno y un monumento privados. Tras reparar el monumento otra vez, se va a construir un muro perimetral que impida el libre acceso que ahora hay, para lo que se estima un costo de 25.000 euros y se pide la ayuda a través de la cuenta corriente en el Deutsche Bank:
ES66 0019 0350 11 4010018883.
Por último se cantaron el "Cara al sol" y el "Himno de la Guardia de Hierro".
Tras una comida de hermandad en un hotel cercano, tuvo lugar un acto organizado por la Fundación George Manu. Diversas intervenciones se sucedieron, con el fondo de un visionado de fotografías antiguas que pusieron en situación las referencias históricas.
Lleno y atención en el salón, para no perderse detalle y aprender de una historia que no quieren contarnos, una historia repleta de heroísmo y sacrificio.
José Luis Jerez hizo unas referencias a la fundación de la Legión de San Miguel Arcángel y de la Guardia de Hierro que fundó Cornelio Zea Codreanu, también asesinado. Relató el memorable entierro y funeral de Ion Mota y Vasile Marín, que congregó a miles de rumanos en una imponente manifestación de duelo.
El Padre grecocatólico Marius Visovan, hijo de otro mártir del comunismo, nos acompaña desde hace años y habla perfectamente el español. Nos agradeció la presencia a todos y exhortó a mantener los ideales.
Marcel Petrisor dio un mensaje de lucha y aliento. Pasó muchos años en las cárceles comunistas de Ceaucescu.
Manuel Andrino, Jefe Nacional de La Falange, subrayó el paralelismo entre ambos movimientos nacionales y sus jefes, asesinados igualmente, pero que dejaron una impronta imperecedera en el alma de sus pueblos, por lo que sus principios y valores siguen vigentes.
Pedro Pablo Peña afirmó que el movimiento legionario es un precedente del socialismo no marxista y del racismo que no se fundamenta en las genes, sino en la transmisión de la sangre y la carne de unas generaciones a otras.
Terminó Miguel Menéndez Piñar, que refirió los contactos con el Obispo Rumano en España para ofrecerle la cesión del uso de un espacio en el recinto para capilla permanente, pues se piensa que ello permitiría reforzar la permanencia y vigencia del monumento.
