Viejas iglesias.
Escuelas del plan 25.000 escuelas rurales de los años 40 y 50.
Pantanos que saciaron la secular sed de estos campos y los regaron para volverlos feraces y ricos.
Canales y embalses para distribuir con justicia y hermandad.
Cruces de los Caídos, para guardar memoria agradecida de quienes dieron sus vidas por Dios y por España.Y encuentros de hermandad y camaradería, para fortalecer nuestros ideales y ayudarnos a luchar por una Patria mejor.
Y cómo no, Burgos, Caput Castellae, Cabeza de Castilla, con su maravillosa catedral gótica. Y las Huelgas, la Cartuja, Santa Gadea y San Lesmes. Y San Pedro de Cardeña, que todo ello visitamos.
Y Alcocero de Mola, donde cayó el General Emilio Mola, organizador del Glorioso Alzamiento Nacional, en un desgraciado accidente aéreo.
Y Santander, puerto de Castilla, la salida al mar, con sus muchas Cruces de los Caídos.
Y Cabo Mayor, donde eran arrojados por las peñas de los acantilados los inocentes patriotas que la hidra roja quiso exterminar y ahora se propone olvidar.
Laredo y Castro Urdiales, con inmensas iglesias góticas, donde vienen a desahogarse cada fin de semana miles y miles de vascos que huyen del aplastante Euskadi, que dicen que es lo mejor de lo mejor, pero que salen corriendo de él en cuanto pueden.