Es necesario vivir el patriotismo, no sólo pensarlo intelectualmente. Hay que acercarse a los lugares sagrados donde los nuestros dieron su vida por Dios y por España. Hay que juntarse con los camaradas, hay que vestir los uniformes, hay que enarbolar las banderas y cantar nuestros himnos de forma solemne.
Tenemos que elevarnos, con águilas de imperio, sobre la podredumbre que nos rodea. Vislumbrar con mirada de águila el estercolero pantanoso en el que han convertido a nuestra Patria los que nos prometían democracia y libertad. Ver el genocidio del aborto, la ruptura de las familias, la desesperación que lleva al suicidio, la corrupción de las costumbres, de los políticos, la degeneración de la juventud, el paro y el decrecimiento y envejecimiento de nuestra población, amenazada de sucumbir.
Y hay que saber que volveremos a vencer, cuando y como Dios quiera, y que debemos estar preparados para la alta misión a la que hemos sido llamados.
Por los falangistas catalanes también hubo una intervención recordando en la víspera electoral que la Unidad de España está en peligro y que los falangistas no juzgan a nadie digno de recibir nuestro voto, pero que estamos dispuestos incluso a dar la vida por defender a nuestra Patria.
Finalmente, el Secretario de la Hermandad recordó algunos de los episodios bélicos que se vivieron en Belchite, a los falangistas apresados que fueron fusilados en Híjar y a los requetés que murieron en esta misma posición.
Después se cantaron el Oriamendi, el Cara al Sol y el Himno Nacional.
