Un grupo de catalanes, españoles de pro, militantes de "La España en Marcha", ha querido dar testimonio de españolía y defensa de la Unidad de España en tierras del Bajo Ebro, en el Maestrazgo, cabe Tortosa. A pesar del fuerte aguacero que cayó durante el fin de semana, estos patriotas fieles e inasequibles al desaliento, enarbolaron las patrias enseñas para dar ejemplo y recordar a propios y extraños que Cataluña es España. La calle principal del municipio de Roquetas fue testigo del evento, frente al Mercado Municipal, para sorpresa de viandantes y circulantes.
José Luis Corral pronunció un breve discurso donde recordó que el Río Ebro es una arteria fluvial que comunica y da vida a las Españas, desde Fuente Dé, en Reinosa, pasando por Castilla, acariciando las Vascongadas y tocando La Rioja y Navarra, regando Aragón y desembocando en Cataluña. Ríos de agua de una unidad secular forjada por nuestra geografía, pues España no se hizo invadiendo a pueblos extraños, sino que es anterior a las propias regiones que la conforman. Así, San Pablo visitó estas tierras y anunció que venía a Hispania, a España. Así, la Fe Católica se convierte desde hace 2000 años en consustancial con el ser nacional. Lo que Menéndez Pelayo definía como "luz de Trento, espada de Roma, martillo de herejes".
No sólo ríos de agua han forjado la historia y la unidad de nuestra Patria. También ríos de sangre. En Tortosa nació el General Cabrera, el Tigre del Maestrazgo, poblándose estas sierras de boinas rojas en defensa de nuestra Tradición y en contra del liberalismo.
Y sangre a raudales también la que se derramó en esta ribera sur del Ebro en la Batalla más sangrienta de la Historia de España, la Batalla del Ebro, que duró cuatro meses y en las que fueron deshechas las Brigadas Internacionales y las Divisiones de Líster y del Campesino, que se escondió y no cruzó el Ebro. Frente a ellos, las Brigadas Navarras, legionarios y regulares, los Generales Yagûe y García Valiño, con el mando supremo y directo del Generalísimo.
Al alzar aquí nuestras banderas proclamamos y defendemos esa Unidad de España tan costosamente mantenida a lo largo de los siglos, así como los anhelos de Justicia Social y de Catolicidad.
El acto terminó con el canto del "Cara al sol" brazo en alto.
Posteriormente, los militantes de "La España en Marcha", en su mayor parte falangistas, se acercaron al Monumento a la Batalla del Ebro para rezar un responso por el alma de los caídos. Nuevamente la presencia de los patriotas con sus banderas sorprendió a los numerosos vehículos que circulaban por el malecón, siendo visibles también desde la otra orilla.
Tuvieron la amabilidad de acompañarnos varias dotaciones de los Mozos de Escuadra.
Estos actos testimoniales ponen de manifiesto que no hacen falta multitudes para salir a la calle y dar testimonio. Basta con unos cuantos bien dispuestos. Además, se refuerza mucho la camaradería, pues la convivencia es más estrecha.
De hecho, la mayor parte de los asistentes compartió luego una comida de hermandad en un céntrico restaurante de la ciudad episcopal. También hubo visita a la Catedral.
También quedó un recuerdo gráfico en forma de pegatinas en diversos lugares céntricos de Roquetas y de Tortosa.
