Varias vaquillas salieron al ruedo para ser tentadas por el valor y la pericia de los que quisieron arriesgarse a ello, con la mirada comprensiva de los camaradas que prefirieron ver los toros desde la barrera o desde el tendido.
Hubo quien se atrevió a citar a la res de rodillas
y quien se arrimó lo suyo
consiguiendo incluso un pase de pecho. Sonaron los pasodobles.
Aunque otros lances no resultaron tan académicos. Esto es lo que se dice "saltarse a la torera" algo.
También el jefe de la Falange, Manuel Andrino, mostró buenas maneras ante el astado.
Y otros se arriesgaron a cuerpo descubierto.
Pero no todo fue espectáculo taurino. También hubo barra libre en bebida y comida, mientras se saludaban conocidos y se presentaban nuevos amigos.Hubo tiempo para todo, jugar, charlar, comprar lotería, atender a los niños.... Familias enteras participaron en una jornada que resultó muy grata para todos.
No podía faltar la quema de trapos y carteles separatistas, conseguidos de muy diversos modos.
Al fuego purificador fueron entregados los símbolos de la ignominia y de la traición, como signo del amargo destino que aguarda a quienes conspiran contra la sagrada unidad de nuestra Patria, España.