La Hermandad de Defensores de Oviedo, presidida por Fermín Alonso Sádaba,
celebró ayer, en el 75.º aniversario del final de la Guerra Civil, una
misa en memoria de los caídos de los dos bandos, en la iglesia de San
Francisco de Asís. Al acabar, los asistentes rezaron un padrenuestro
ante el monumento de la Gesta y un gaitero tocó el himno nacional. Con
anterioridad, antes del acto religioso, la Hermanad de Defensores había
depositado una corona de laurel en el monumento a Franco, en la plaza de
España.