Clamor de las víctimas del terrorismo
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La Plaza de Colón y sus aledaños fueron un clamor en contra de la
impunidad de los terroristas que han matado tantos cientos de españoles en su
odio contra España y en su delirio de imponer una secesión de las Vascongadas
con un estado totalitario marxista. La sentencia del Tribunal de Derechos
Humanos de Estrasburgo ha establecido que no se pueden individualizar los beneficios
penitenciarios por cada condena, sino sobre la totalidad de esas condenas que
se quedan en 30 años como máximo, por lo que deben ser liberados antes de los
30 años, por muchos crímenes que hayan cometido. Tal decisión es lo que parece
justo a unos jueces que son serviles a los intereses políticos mundialistas,
que buscan la destrucción de España. Y ello con la complicidad de los sucesivos
gobiernos españoles, que ni de lejos se plantean denunciar a ese mismo Tribunal
y romper los acuerdos que sean precisos antes de escarnizar así no sólo a las
víctimas directas del terrorismo, sino a todos los españoles que hemos sido
víctimas y lo seguimos siendo de un estado de terror y de un ataque permanente
a nuestra Patria común.
En medio de la protesta de muchos miles de españoles indignados, también han estado las banderas del Movimiento Católico Español, la verde con la cruz roja de Santiago acompañando a la bandera más auténtica y genuina de España, la que luce orgullosa su águila de San Juan, patrimonio heráldico de nuestro escudo desde el tiempo de los Reyes Católicos.
También repartimos por cientos los calendarios de bolsillo, que
nuevamente nos fueron recogidos con avidez por multitud de buena gente
patriota, decente y cristiana, como nos sucede siempre que nos encontramos en
estos actos multitudinarios. Los que dicen que estos símbolos causan rechazo no
saben lo que dicen. Nosotros constatamos una y otra vez que es todo lo
contrario, que los buenos españoles saben apreciar estos preciosos y gloriosos
símbolos.En medio de la protesta de muchos miles de españoles indignados, también han estado las banderas del Movimiento Católico Español, la verde con la cruz roja de Santiago acompañando a la bandera más auténtica y genuina de España, la que luce orgullosa su águila de San Juan, patrimonio heráldico de nuestro escudo desde el tiempo de los Reyes Católicos.
Previamente estuvimos en un acto de homenaje a Ramiro Ledesma Ramos organizado por Alianza Nacional junto a los terrenos donde estuvo la antigua cárcel de Ventas, pero los organizadores nos prohibieron tomar fotografías, por lo que sólo podemos dar cuenta escrita del evento, que reunió a unas 50 personas, en su mayor parte jóvenes, una veintena con banderas de la organización. También se encontraban presentes los líderes de La Falange, Manuel Andrino, y del Movimiento Católico Español, José Luis Corral, así como José Luis Jerez, Manuel Galiana, Alberto Aceves y otros conocidos del entorno patriota.
Habló un joven que recordó a Ramiro Ledesma como iniciador y teórico del nacional-sindicalismo y siguió Pedro Pablo Peña, que además de incitar a una juventud resuelta, disciplinada y militante a reconquistar la soberanía de nuestra nación, supeditada a poderes extranjeros y apátridas, urgió al combate y a la lucha en unidad con las otras formaciones de "La España en Marcha".
Al pie de un árbol fueron depositados de uno en uno claveles rojos en recuerdo de los caídos, mientras se leía la lista de caídos en la saca de aquel día 29 de octubre en la que fueron asesinados Ramiro Ledesma, Ramiro de Maeztu, dos Borbones y otros 30 patriotas más.
Por último, se cantó, brazo en alto, el Himno de combate de las JONS.