Se ha vuelto a celebrar la tradicional Marcha de la Corona a José Antonio Primo de Rivera que tiene lugar en Madrid en torno a la fecha del 20-N, aniversario del momento en el que este líder y mártir ofrendó su preciosa vida en aras de una España mejor.
Al mismo tiempo, ha estado muy presente la intentona socialista, apoyada por comunistas y separatistas, con la cobarde abstención y complicidad de la derecha liberal, para desmantelar el Valle de los Caídos y ejecutar una Venganza Histórica, borrando todo rastro de presencia del bando nacional y de sus hombres en toda España, ilegalizando las organizaciones patrióticas, amenazando con multas y cárcel a quienes se atrevan a contradecir a los gurús del pensamiento único, que proscribe todo recuerdo respetuoso y agradecido a esa España que ya sufrió la persecución y supo vencerla con el Glorioso Alzamiento Nacional y la subsiguiente Cruzada Nacional de Liberación.
En la confluencia de las calles Génova y Monte Esquinza, cabe la casa natal de José Antonio, se celebró una concentración donde se pronunciaron dos importantes discursos de Yván Benedetti y de Manuel Andrino, cantándose luego el Cara al Sol.
Cientos de patriotas, muchos de ellos con banderas rojigualdas de España y rojinegras de la Falange, se hicieron presentes en una noche fresca, pero soportable.
También aparecieron varias televisiones, ansiosas de contemplar en directo la pervivencia de un espíritu que daban por muerto, cuando no era sino el silencio que ellos mismos imponían otros años. En la foto puede observarse también una delegación francesa del Cercle Franque Hispanique, así como del Parti Nationaliste Français.
También había un grupo de militantes de Democracia Nacional, con Pedro Chaparro al frente.
También se hizo presente una delegación del Movimiento Católico Español y de Acción Juvenil Española, presidida por José Luis Corral.
Y otras banderas con distinto símbolos patrióticos. El conjunto daba un vistoso colorido al evento.
Habló Yvan Benedetti, Presidente del Partido Nacionalista Francés, luego de que L'Oeuvre Française fuera prohibida. Traducido al español por Luis Alonso, Benedetti se expresó con ardor y rotundidad, criticando particularmente al fracasado ex primer ministro del gobierno francés, Manuel Valls, el que ilegalizó L'Oeuvre Française y dejó a Francia a merced de la invasión islámica y del terrorismo, el que, repudiado por los franceses, pretende ahora hacer fortuna presentándose como alcalde en Barcelona. Esperemos que los españoles le repudien como se merece.
Yvan arengó a todos a la lucha, a la unidad y a no dejarse dominar ni vencer por las amenazas de la plutocracia, del mundialismo y de sus lacayos de los partidos políticos.
Por su parte, Manuel Andrino, Jefe Nacional de La Falange, no menos ardoroso y combativo, recordó las muchas atrocidades que cometieron los rojos en toda España, desde el asesinato de José Antonio al exterminio de sacerdotes, monjas y obispos. Recordó las inmensas fosas de Paracuellos y Aravaca y expresó su indignación porque se prohíben nombres de las víctimas mientras los verdugos asesinos son enaltecidos y sus nombres y monumentos aparecen por todas partes.
La Falange no teme las amenazas de quienes pretenden ilegalizarla y seguirá combatiendo por España y por la Justicia Social con la misma doctrina, el mismo espíritu y el mismo estilo que nos enseñó el Fundador y Primer Jefe Nacional, José Antonio Primo de Rivera.
El público asistente se fue incrementando, en parte con personas que caminaban por el sitio y no pudieron resistirse a escuchar por los menos unos minutos. También lo pudieron presenciar cientos de automovilistas que circulaban por la calle Génova.
Por fin, el "Cara al sol", poderoso y enérgico, brotando de la noche madrileña con su aire marcial, antes de emprender la marcha por los Bulevares camino de Moncloa.
Génova, Plaza de Alonso Martínez, Sagasta, Glorieta de Bilbao, Carranza, Glorieta de Ruiz Jiménez, Alberto Aguilera y Princesa vieron el paso de la comitiva.
Ya en Moncloa, se formó el cortejo con la Corona y los falangistas salieron en formación, mientras el "Cara al sol" volvía a rebrotar, espléndido y majestuoso.
El Monumento a la Gesta del avión "Plus Ultra" daba también su despedida, erizado de banderas y de brazos en alto.
Entre las que no podían faltar las del Movimiento Católico Español y de Acción Juvenil Española.
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