Nosotros guardamos un tesoro escondido, el Santo Grial de nuestros sagrados principios, aquellos que dieron vida a la civilización occidental y cristiana. Nosotros bebemos de este sagrado cáliz en cada reunión, en cada acto, en cada comunicación, forjándonos en el patriotismo vivo y auténtico de una tradición que no hemos inventado, pero que revivimos y estamos dispuestos a mejorar.
No nos engañan quienes han apartado a nuestra nación del buen camino, mientras presumen de hacernos vivir "mejor que nunca", en vivo contraste con la miseria, el paro y la desesperación que vive nuestro pueblo. Sabemos que estamos conectados con la Omnipotencia, que todo lo puede y frente a la cual nada valen los capitales ni los armamentos, ni las leyes injustas ni las persecuciones y calumnias. Dios está con nosotros y nos dará la Victoria cuando a El le pluga y este pueblo lo vuelva a merecer, no sin grandes sacrificios, de lo cual somos adelantados y profetas, soldados y mártires.